Pareció una lamentable y triste premonición…

por Martin Vivanco

  Pareció una lamentable y triste premonición, pero a la vez tan justa como merecida fue la decisión de ponerle tu nombre al puente sobre Cañada Honda.

Durante más de 10 años compartimos la responsabilidad de supervisar el arreglo de los caminos, siempre voluntario y atento , siempre positivo, jamás tuvimos una discordancia, un compañero inigualable !

Te vamos a extrañar mucho Enrique !

Tal vez ahora los que jamás dedican un segundo a las cosas de todos noten tu ausencia. Igual jamás reclamaste nada, muchas gracias Enrique , hay jóvenes a los que les diste un gran ejemplo !!

Martín Vivanco