Por Daniel Brión
Una investigación sobre este héroe de la construcción de nuestra patria. Muchos nombres han pasado al bronce y a la memoria de los argentinos como fundamentales de la historia nacional, otros, como el de Juan Hipólito Vieytes, son recordados por alguna característica o anécdota en especial –en el caso, la famosa jabonería-; pero si queremos recuperar la historia completa hay que hacer este ejercicio, el de rescatar a todos aquellos que dejaron grabado su paso con su sangre, con su carne, con sus ideas, en definitiva, aquellos que han entregado todo, y han muerto –en la mayoría de los casos- en el destierro o en el olvido, pero el pueblo –que nunca olvida- finalmente los trae a la memoria y lo ubica en el lugar donde siempre estuvieron, en el de los padres y héroes de la patria.
Es este un homenaje a los Patriotas de la Guerra del Paraná y a los héroes del Combate de la Vuelta de Obligado, pero también a quienes tuvieron la inteligencia de prever, 34 años antes, cual era el mejor lugar estratégico –tal el caso de Juan Hipólito Vieytes– donde hacerles frente y poder gritarles como hizo Lucio Mansilla, héroe de Obligado. Por eso, en honor, homenaje y reivindicación de todos esos héroes y patriotas que la historia no ha mostrado como debiera, por ejemplo el triunfo en la Guerra del Paraná a quién descubrió el lugar exacto donde debía atacarse una flota enemiga: Hipólito Vieytes. Él fue uno de los próceres de nuestra historia, el primer periodista argentino, militar, político, patriota y revolucionario.
En el año 1811, poco después de la Revolución de Mayo, Hipólito Vieytes recorrió la costa del río Paraná buscando un sitio ideal en donde poder montar una defensa contra un hipotético ataque de naves realistas. Justamente por su participación en el “carlotismo” Vieytes junto a Belgrano y sus compañeros, eran conocedores de las intenciones de España, Gran Bretaña y Francia, de dirigir ataques contra nuestro territorio. Así como llevaron adelante las ideas que culminaron en la junta del 25 de Mayo, también desarrollaron el pensamiento de organizar la Patria contra esos previsibles ataques que en cualquier momento sufriría por parte de tales potencias. Asi es que, nuevamente Vieytes, se sube al proyecto y sale en la búsqueda del lugar óptimo para hacerles frente con posibilidad de doblegar sus intenciones.
Recorrió palmo a palmo el Río Paraná, cada recodo, cada costa, con la perseverancia de saber indispensable su objetivo. Luego de reconocer tantos kilómetros, incansable, llegó a uno que le pareció el óptimo para la defensa ante la posible invasión naval de las potencias enemigas, no sólo lo reconoció, también lo escribió detalladamente y en sus anotaciones personales todos los datos necesarios para la exacta ubicación del sitio.
Para este propósito consideró al recodo de la Vuelta de Obligado como el sitio ideal, por sus altas barrancas y la curva pronunciada que obligaba a las naves a recostarse para pasar por allí. Rosas, estudioso, inteligente, dispuesto y decidido, estaba al tanto de las anotaciones de Vieytes, decidió respetarlas y preparar las defensas en dicho sitio, el que Vieytes recomendara allá por 1811, nada más ni nada menos que 34 años antes de la invasión anglo francesa. Obtuvo otros muchos empleos que dan testimonio de la generalidad de sus conocimientos y de la confianza que inspiraba á sus compatriotas.
Daniel Brión. Historiador. Es hijo de Mario, uno de los fusilados en los basurales de José León Suárez en 1956