Ing. Marcelo Ferrer. «Voy a poder darle a mi hija el descanso que se merece»

 

PAPÁ DE LUCIANA FERRER
Marcelo Ferrer hizo declaraciones tras reconocer el cadáver de su hija y reunirse con la brigada especial de investigadores judiciales de Misiones sobre el estado de la causa que investiga «un homicidio», tal como aseguró en diálogo con EL TIEMPO.
En el momento más traumático de su vida Marcelo Ferrer ha demostrado una entereza notable al reunirse con la unidad de investigaciones especiales y dar entrevistas a la prensa con el objetivo de conocer como sigue la pesquisa sobre el homicidio de su hija Luciana, de 31 años, en la localidad misionera de Candelaria mientras realizaba un viaje de Rosario a Río de Janeiro.En la mañana del lunes en la morgue judicial de Posadas ha reconocido el cuerpo sin vida la joven e inmediatamente se reunió con los instructores del juzgado y con el cuerpo de elite judicial que integran la Unidad Especial de Investigación de Asuntos Complejos.

En dialogo telefónico con EL TIEMPO desde Posadas el ingeniero agrónomo aseguró que la Justicia misionera investiga un homicidio y no hay otra hipótesis más que un crimen ejecutado por una o más personas cuyo móvil y autores se desconocen. «Es un homicidio y no otra cosa», enfatizó el investigador de INTA Pergamino para despejar todos los rumores periodísticos que hablaban de un suicidio.

El reconocimiento realizado por Marcelo Ferer ha sido un avance para los investigadores judiciales y así se lo han hecho saber al profesional del Instituto Nacional de Teconología Agropecuaria dentro de la morgue judicial misionera. «Mi hija ha dejado de ser una NN para ser Luciana Inés Ferrer, una joven asesinada por motivos que se desconocen», dejó sentado el padre.

Al momento de establecer la comunicación con este medio Ferrer se encontraba reunido con los integrantes de ese cuerpo de elite judicial en la casa particular de la abogada Margarita Leiva. En ese cónclave se estaba interiorizando de todos los avances de la causa penal que sigue varias líneas investigativas y estaba a pocos minutos de trasladarse de regreso en avión a Aeroparque. En este sentido, el vuelo de regreso estaba previsto para las 20:50.

Este medio ha considerado prudente que Ferrer pueda enfocar su atención en la reunión con las autoridades judiciales que continuarán «la investigación hasta la últimas consecuencias», aseguró. Y agregó: «están trabajando con mucho profesionalismo y por la contención que nos han brindado han demostrado la calidez humana que tienen, el profesionalismo y la vocación de trabajo. Como también lo hicieron la fiscalía de Pergamino, de Rosario y las fuerzas policiales de investigación de ambas jurisdicciones.

«Finalmente voy a poder darle a mi hija el descanso que se merece», afirmó el padre de la joven asesinada en Candelaria. En este sentido, se presume que en las próximas horas los restos de Luciana serán trasladados a nuestra ciudad para que la familia pueda velarlos y darle cristiana sepultura a través de los servicios sociales de la Cooperativa Eléctrica.

FOTOS: www.misionesonline.net

CRÓNICA PERIODÍSTICO DEL SITIO WEB misionesonline.net:

Marcelo Ferrer, el hombre que reside en Pergamino y buscaba a su hija artista desaparecida desde el 11 de enero, reconoció en la morgue judicial de Posadas que es Luciana Inés Ferrer (31) la joven que apareció quemada en un trillo de Candelaria el miércoles 14 y murió por las heridas que sufrió un día después.

Llegó en un vuelo comercial esta mañana y en primer término se entrevistó en el juzgado de Instrucción Dos con el magistrado César Yaya. Allí contó brevemente los detalles de la última vez que había visto a su hija. Reiteró que ella tenía previsto hacer el trayecto entre Rosario y Río de Janeiro en una empresa misionera. Y que como ella no se volvió a contactar con la familia, se percató de que algo andaba mal.

Ferrer detalló que hizo una denuncia ante el fiscal rosarino Fernando Dalmau, quien motorizó la investigación para dar con el paradero de Luciana.

Después de la charla con el juez, lo llevaron a la dependencia judicial donde se realizan las autopsias, sobre la avenida Quaranta, en la zona Oeste de Posadas, camino al aeropuerto. Lo acompañó personal de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas. Allí debió pasar la dura experiencia de ver el cadáver. De inmediato reconoció que se trataba de su hija. El hombre se descompensó y tuvo que ser asistido por enfermeros.

Fuentes judiciales confiaron que tanto a Marcelo como a otro familiar de la chica que vinieron hasta Misiones les tomaron muestras de sangre para la realización de un ADN, que será cotejado con el patrón genético de la chica a fin de ratificar la identidad. Es un trámite de rigor.

Finalmente fue llevado a la sede de la SAIC, que lleva adelante la pesquisa, para declarar. Su relato es clave para saber detalles de la última visita que hizo Luciana a la Argentina, ya que estaba radicada en Río de Janeiro y había venido al país solo para pasar las fiestas.

Ferrer contó allí que su hija fue incluso unos días a Pinamar con la familia y que se despidió diciendo que tenía que volver a sus actividades en Brasil. Precisó que él es tucumano, pero por su trabajo en el Inta hace 35 años que reside en la localidad bonaerense de Pergamino.

Lo último que se sabe de la artista, modelo, bailarina y pintora, además de coach, es que subió en Rosario a un micro que había el trayecto Santa Fe-Río, pero que se bajó en Posadas. Allí le perdieron el rastro. Los Ferrer recién volvieron a tener noticias de Luciana este fin de semana y no eran las mejores. Sus rasgos coincidían con la de la chica que apareció agonizando en Candelaria y luego dejó de existir por las graves quemaduras que había sufrido. Esta mañana se confirmó la triste noticia.

Ahora los investigadores deberán determinar cómo llegó la joven a Candelaria, donde hay una testigo que asegura haberle vendido la botella de alcohol con la que se prendió fuego su cuerpo apenas unas pocas horas después.

El caso sigue sumido en el misterio.