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Por Sebastián Premici
La decisión de la Federación Agraria de sentarse a negociar con el gobierno nacional no cayó bien entre sus socios de la Mesa de Enlace, puntualmente la Sociedad Rural y CRA. “Notamos que la nueva dirigencia de FAA ha tenido un acercamiento con el Gobierno. Eso no es lo preocupante. El tema es que uno nota que hay un acercamiento a las políticas del gobierno nacional”, sostuvo, con tono descalificador, Rubén Ferrero, titular de CRA. El actual presidente de FAA, Omar Príncipe, ganó las elecciones internas en diciembre del año pasado apoyándose en el discurso opositor de Eduardo Buzzi, quien estuvo al frente de la entidad durante 14 años. Las líneas internas de FAA están de acuerdo con el acercamiento, pero algunos desconfían de Príncipe.
“Nos sorprendió, fue un giro o cambio de estrategia en relación con el buzzismo. En nuestra campaña interna pedíamos negociar con el Gobierno”, explicó a este diario Silvio Corti, dirigente federado de San Pedro, que pertenece a la agrupación La Netri. Por su parte, Pedro Peretti, de la agrupación Grito de Alcorta, sostuvo: “La FAA es una cáscara vacía, que está buscando reciclarse. Los que están con Príncipe son los mismos que sostuvieron las filiales truchas. El Gobierno hace bien en sentarse, pero mal en darle tanto aire a la conducción de FAA”.
Buzzi cuestionó la actitud de Príncipe, al sostener que “en más de diez años de gobierno el kirchnerismo nunca impulsó las propuestas de la FAA, como retenciones segmentadas o una ley de arrendamientos para proteger a los pequeños y medianos productores, por lo que no hay motivos para creerle ahora”.
Sin embargo, al momento de discutirse en el Congreso la resolución 125, la FAA estuvo a punto de conseguir una nueva ley de arrendamiento y la segmentación de las retenciones. Pero su alianza con la Mesa de Enlace fue más fuerte. A pesar de algunos movimientos pendulares durante la gestión de Julián Domínguez al frente del ministerio, Buzzi optó por tener el discurso más duro contra el Gobierno dentro de la alianza gremialista. Todos en la FAA esperaban que Príncipe siguiera esa línea de conducta.
“Avalar ese tipo de políticas no es lo correcto. Es negativo, ya que lo que hace el Banco Nación es inconstitucional, discriminatorio e ilegal”, agregó Ferrero. El ruralista cuestionó el acuerdo del Gobierno con FAA para financiar solamente a los productores sojeros de hasta 600 toneladas y que no tengan más del 10 por ciento de su producción en stock. “Los cambios no deben reducirse a un puñado de productores amigos del Gobierno”, retrucó el presidente de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere.
Luego del conflicto por la 125, el Gobierno tuvo algunos intentos de negociar con las entidades patronales pero Buzzi y el resto de los integrantes de la Mesa de Enlace fueron férreos opositores a la idea de mantener reuniones por separado con el Ejecutivo.
Con Buzzi fuera de la escena política gremial, y con la necesidad de brindarles alguna solución a sus representados, la nueva conducción de FAA hizo lo no tan obvio hasta el momento, negociar. En consonancia con lo que fue siempre un reclamo histórico de la entidad federada, el Poder Ejecutivo estableció “políticas diferenciadas” para acceder al crédito público.
