Mitos y zonceras peronistas. La «V» de la victoria.

El peronismo es un movimiento político camaleónico y escurridizo a cualquier tipo de análisis basado en la lógica, condimentado con una simbología rapiñada de la historia,  y un buen aparato de propaganda que nos hace creer que es propia y de uso exclusivo del peronismo. Sobran los ejemplos: «salió el sol y es un día peronista», la palabra «compañero», la «V de la victoria», etc.

Tomando el caso de la «V de la victoria«, podemos asegurar que no es un signo peronista, más bien es un símbolo universalmente usado durante siglos para indicar una victoria y más recientemente también para simbolizar la paz.

La «V de la victoria» proviene de la Guerra de los Cien Años (1337-1453), en concreto de la Batalla de Agincourt (25 de octubre de 1415). Cuenta la historia que el rey francés Carlos VI había dicho a todo el mundo que tras obtener la victoria les cortaría los dedos índice y mayor a los arqueros ingleses, como castigo por utilizarlos para disparar contra sus tropas. Pero los ingleses derrotaron inesperadamente a los franceses, en gran medida gracias a la acción de sus arqueros que lograron una verdadera matanza de la caballería gala. Al finalizar la batalla éstos levantaron los dos dedos delante de los cautivos franceses demostrándoles que seguían intactos, o lo que es igual, que habían logrado la victoria.

Alguien dijo alguna vez que el saber nos hace libres. Hoy, a 600 años de aquella batalla, los invito a liberarnos de viejos estigmas y recuperar la «V de la victoria» para todos, peronistas y no peronistas. Festejemos cada triunfo con los dedos en V y exorcicemos los gestos atrapados en un relato de 70 años.

Por extraña coincidencia el 25 de octubre se conmemorarán los 600 años de la batalla de Agincourt, y los argentinos quizás decidamos ese mismo día vencer a un relato que ya lleva demasiado tiempo. Sería la ocasión ideal para comenzar con el exorcismo.

 

Colaboración de Brunhilda Buzzeti