San Antonio de Areco festejó con gran alegría el triunfo de Cambiemos en el balotaje.

Quizás como en oportunidades anteriores pero con un tinte distinto, natural, esperanzado, como volviendo a respirar un aire de democracia hasta ahora algo enrarecido, muchos vecinos de Areco salieron a la calle a festejar “el”  cambio hastiados de una manera distinta de hacer política, muy ajena a los modos de este pago gaucho.

 

 

Lo que no se dio en Areco en las elecciones para intendente en las que Durañona- por entonces uno de los pocos sobrevivientes K, derrotara a Eduardo Jordán-, sí se pudo ver en la provincia, cuando el 25 de octubre María Eugenia Vidal- una joven e ignota figura política promovida por Mauricio Macri-, invirtió el contenido de aquella fábula de la niñez y demostró que en esta oportunidad “Caperucita se comió al Lobo Feroz de Anibal Fernández  uno de los notorios mariscales de la derrota frentista.”

 

Claro que si algo faltaba y causaba escalofríos a muchas de las administraciones kirchneristas, especialmente en aquellas que dependieron indiscriminadamente de aportes nacionales vía ministerios, era que ganara Cambiemos en el balotaje de este domingo 22.

 

 

Lo que se esperaba desde  oposición y desde un gran número de ciudadanos argentinos se dio con un inobjetable aunque exiguo triunfo de Mauricio Macri sobre un eternamente dubitativo Daniel Osvaldo Scioli que, una vez más, dio razón a aquel viejo maleficio de que ningún gobernador de la provincia de Buenos Aires pueda llegar a la Casa Rosada.

 

En San Antonio de Areco el festejo se desató apenas conocidos los primeros guarismos de la elección y la Casa Radical se vio desbordada por cientos de políticos, militantes, funcionarios, ex funcionarios y vecinos que trasuntaban una alegría que no se veía desde hacía mucho tiempo.

 

Se notó la ausencia del ex intendente y reciente candidato EduardoJordán pero se informó que el «Vasco» había viajado a San Nicolás para colaborar en la fiscalización ante algunas dificultades que ofrecía ese distrito, or lo que su llegada se demoraría.

 

 

Es que este gobierno kirchnerista, con sus errores nunca reconocidos, su prepotencia, su soberbia, hizo todo lo necesario para que se plasmara una oposición impensada entre distintas vertientes políticas y sociales deseosas de volver a otras prácticas políticas.

 

Y así se vio abrazarse a peronistas- no kirchneristas obviamente-, radicales, gente del PRO, de Viva Areco y muchos independientes que esperaban que se diera esa unidad que comenzó a plasmarse hace más de un año entre no más de 7 u 8 personas que comenzaron compartiendo un asado- algunos de ellos ausentes por las más diversas razones pero seguramente recordados por su visión de que solo la unidad podría contra una manera poco ortodoxa, soberbia en muchos de sus adeptos , discriminadora y confrontativa de hacer política queriendo convertirse en un poder hegemónico fieles al pensamiento único considerando que el que piensa distinto es un enemigo y un desestabilizador aplicándole las mas perversas formas de castigo.

 

 

En la Casa Radical compartían emociones y alegrías antiguos militantes, ex concejales y ex funcionarios y mostraban una serena complacencia con el griterío y los cánticos de quienes no podían dejar de saltar y bailar ya no dentro sino en la calzada de Alvear y Arellano y dejaban sus impresiones ansiosas de un  cambio.

 

 

Y no faltaros los fuegos artificiales y el estruendo de bombas, la música y la alegría general; una fiesta de la democracia pero seguramente mucho más dulce para esta oposición unida.

 

El fenómeno PRO, UCR, Viva Areco, Coalición Cívica y otros espacios se extendió a toda la Segunda Sección Electoral y al país aunque, vale reconocerlo, en un delicado equilibrio de fuerzas que quizás se bueno para la democracia que parece vivir un renacimiento largamente esperado.