Murió Dionisio “Nicho” Cabral: Abanderado de tantas fiestas, el paisano respetado por todos

 

Dionisio “Nicho” Cabral

Abanderado de tantas fiestas, el paisano respetado por todos.

 

Falleció hoy a los 92 años Dionisio “Nicho” Cabral, quien fuera por veintiséis años consecutivos abanderado del desfile del Día de  la  Tradición en nuestra ciudad.

Nacido  un 8 de abril de 1925 en Carmen de Areco, “Nicho”  – como lo conocían quienes lo frecuentaron en la amistad y el respeto que solo los grandes inspiran – trabajó durante toda su vida en el conocimiento en profundidad de las tareas del campo. Sobre todo, fue un resero con la sencillez y sobriedad que hoy destacan aquellos que lo recuerdan, como una verdadera síntesis en sí mismo de la esencia criolla.

“Con Dionisio, Nicho, se va el último paisano del grupo grande que participó de la gran fiesta de la Tradición desde  hace unos treinta años”, dice el pintor Miguel Ángel Gasparini, “el último exponente de una generación de paisanos que dejaron una huella de autenticidad, que marcaron el rumbo para las nuevas generaciones”.  Cabral fue resero, agrega Gasparini, “conocedor profundo de las  tareas rurales y como  dice Güiraldes, el resero es el oficio más macho del hombre de campo. Nicho no era un paisano que se vestía para las fotos, era un hombre sencillo pero tan paisano…con esa rusticidad que lo acerca a la esencia criolla arequera”

En coincidencia, la querida señorita María Esther Cesario recuerda sus charlas “post fiesta de la tradición” con Nicho y lo destaca como el “gaucho por excelencia. Toda la postura del gaucho pampeano, cortés, respetuoso y por eso el pueblo lo respetó a él”.

“¡Un hombre campero!”, dice Cecilia Smith, recordando sus días como directora del Museo Güiraldes”. Con las características típicas del ser que ha transitado su vida casi sin darse cuenta, preservando los valores y las destrezas del gaucho, representando a San Antonio de Areco. Animador de fogones con sus versos y picardías, rodeado de amigos y jóvenes que en el veían en quién reflejarse.  Un hombre simple, con la grandeza de la simplicidad. Un mojón para muchos criollos. Un recuerdo por siempre para Nicho y hasta que nos volvamos a encontrar. Y como solíamos decirnos: ¡portate bien que te estoy mirando!!”.

“Cuanta historia dejaste…chau viejito campero” dice Jorge Torres, “un gran paisano”, agrega, y recuerda su condición de abanderado de la fiesta de la Tradición. De esos encuentros, cuenta Miguel Ángel Gasparini una anécdota que dice, lo pinta con una sola frase a quien hoy se recuerda. Eran los años setenta, y un poco con el aire de la época, el pintor le preguntó ¿Qué se siente arreando vacas ajenas?. Y Nicho Cabral  contestó: “Mire, lo que a mí me gusta es tener los ojos puestos en el horizonte, como el verdadero resero”.

Fuente: BOSCO PRODUCCIONES