Hoy 6 de diciembre se celebra en la Argentina el Día Nacional del Gaucho

Gaucho

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Día Nacional del Gaucho se celebra en la Argentina cada 6 de diciembre y conmemora la publicación de la primera parte del poema narrativo «El gaucho Martín Fierro», de José Hernández, una de las más importantes obras del país. Esta fecha fue oficializada el 15 de diciembre de 1993 por la sanción de la ley Nº 24303.6 dic. 2016

Gaucho es un término que se utiliza en ArgentinaUruguay y el sur de Brasil para nombrar a un tipo de campesino. Los gauchos son jinetes muy hábiles que se dedican a los trabajos rurales.

Si bien al día de hoy se utiliza para denominar a los empleados de las explotaciones agroganaderas, en sus orígenes los gauchos vivían de forma muy diferentes. Eran individuos nómadas, generalmente solitarios, que se iban ganando la vida ayudando con el cuidado de los vacunos y ganando a cambio un lugar donde dormir, comida y algo de dinero.

La etimología de la palabra tiene raíces muy diversas, aunque la mayoría de los estudiosos coinciden en que posiblemente derive del término quechua “huachu” que significa huérfano o vagabundo. No obstante, en Brasil se cree mayormente que tiene su origen en el término “gauderio”, que era la forma en la que denominaban a los vagabundos que vivían en las inmensas extensiones de campo de Río Grande del Sur. Y, quizás, el término sea una fusión de ambos conceptos, junto a otros términos relacionados con la vida de estos particulares personajes latinoamericanos.

Esta forma de denominar a los trabajadores rurales, no obstante, se extendió mayormente en los siglos XVIII y XIX, sobre todo gracias a la literatura, donde comenzaron a aparecer estos personajes protagonizando todo tipo de historias. Época en la que surgió también la literatura gauchesca, que tenía como elemento principal la vanagloria de este tipo de vida y de estos hombres.

El auge de la modernidad: el apoderamiento de las tierras en manos de los grandes terratenientes y, sobre todo, la invención de los alambrados para delimitar los territorios y ordenar el ganado en un mismo lugar, llevaron a la desaparición del gaucho propiamente dicho. Y, a partir del siglo XX, fueron denominados de este mundo aquellos hombres que defendieran los valores de los antiguos gauchos pero que carecieran de su libertad; que eran contratados en un campo, en el cual transcurrían gran parte (sino toda) su vida. El nomadismo quedó atrás y con él, la verdadera identidad del gaucho: ser libre. Hoy en día se le llama gaucho a aquel que viste con la indumentaria de los antiguos nómadas; vestimenta que se considera tradicional y está muy arraigada en el nacionalismo de países como Argentina y Uruguay.

Los complementos fundamentales de la vestimenta de los gauchos eran: botas de potro, chiripá, boina o vincha, boleadoras, lazo, guitarra y el infaltable mate. Los gauchos también eran grandes payadores, capaces de improvisar recitados junto a su guitarra. De hecho, solían reunirse en las pulperías, donde bailaban, cantaban, tomaban vino y jugaban al truco o a la taba.

 

La historia la escriben los que ganan, aunque todos pierdan. Tal es el caso del lugar imprescindible que ocuparon estos personajes en la historia de los países latinoamericanos. Muchos gauchos tuvieron roles preponderantes en las luchas por la independencia de estas naciones o en los conflictos civiles de la región.

Algunos por propia decisión y otros (la gran mayoría) porque eran obligados por el gobierno de turno, combatieron en guerras que ni siquiera les representaban. Y, aquellos que no aceptaban “servir a la causa” eran perseguidos y, si era necesario, asesinados. Muchos de ellos fueron obligados a pelear con comunidades aborígenes a las que respetaban, con tal de no perder su propia vida y condenados a la soledad y la tristeza más absoluta. Y, después de haber hecho muchísimo por esa “libertad” y por esa guerra tan poco necesaria, eran abandonados a la buena de la buena suerte: cansados, doloridos y absolutamente desgraciados.

Por último, cabe mencionar que ciertos autores como José Hernández, Ricardo Güiraldes, Leopoldo Lugones y Victoria Ocampo crearon diversos personajes gauchescos que se convertirían en verdaderos iconos para los amantes de su cultura. Entre los personajes gauchescos reales o de ficción más famosos se encuentran Martín Fierro (creado por José Hernández) y “Don Segundo Sombra” (creación de Ricardo Güiraldes).