Cada fin de año- ya sea en Navidad o en el fin del mismo-, solían producirse accidentes a raíz del uso inseguro de pirotecnia en muchos casos casera; este año, a raíz de la Ordenanza que prohíbe su uso no hubo acc identes, al menos de gravedad, por el escaso uso de aquella práctica tan tradicional como peligrosos aunque hacia las últimas horas del 2017 se escucharon grandes estruendos y detonaciones  al menos en la zona de calles Vieytes, Italia y cercanas.

Igualmente no duraron mucho tioempo nio tampoco se reportaron accidentes.

Claro que en el baile que se desarrolló en el Prado Español- organizado por un boliche de la ciudad-, la música atronó a los vecinos de esa sede aunque lo peor llegó después cuando  patotas de jóvenes- chicos y chicas-, deambulaban alrededor de las seis de la mañana  cuando terminó la fiesta y produjeron todo tipo de desmanes que, aunque no demasiado violentos, produjeron el malestar de vecinos.

En los alrededores de Moreno y Alvear, más concretamente cerca de emblemático Bar San martín, mucho de esos energúmenos se dedicaron a gritar como desaforados, pelearse, insultar, golpearse , patear cuanto encontraban a su paso, golpear la mayoría de la aberturas de cada casa,  tocar timbres, acelerar desconsideradamente autos o motos, transitar a alta velocidad y hasta orinar desaprensivamente puertas o portones dejando el consabido residuo y sus olores desagradables.

Por la mañana muchos de esos vecinos se encontraron con esa desagradable sorpresa que ya no es tal porque cada vez que hay baile o fiesta en el Prado suceden hechos de esa naturaleza.

Es de creer que las autoridades conocen donde se realizan ese tipo de reuniones y sería bueno que, al menos en la salida de los mismos, hubiere algún tipo de presencia policial ya que se cuaeta con una gran cantidad de efectivos, y proteger la propiedad y hasta la integridad física de quienes transitan pacíficamente por esos lugares dado la agresividad de esas patotas.