El sábado al atardecer el Museo “Las Lilas” de Areco volvió a una de sus muestras grandiosas a las que tiene acostumbrados a quienes lo visitan.

El salón de exposición resulto chico para la cantidad de público que disfrutó de una exposición de rastras y tirados que supo llamarse “La rastra y el Tirador, en la Pampa y Mesopotamia”.

A primera hora el director del Museo, Armando Deferrari presntó al titular del mismo señor Octavio Caravallo que se limitó a  agradecer semejante presencia y felicitar a quienes hicieron posible esta muestra de características únicas.

Retomó Deferrari, quien ocupaba el panel junto a su hijo Segundo y a Caravallo manifestando que lo expuesto foema parte de las continuadas muestras anuales que comenzaron con ponchos, para continuar con la “Forja del Plata” y “La del Estribo” destacando que tras la idea original hubo que ponerse a buscar bibliografía y antecedentes comprobando que no había nada de ello específicamente- rastras y tiradores-, y surgió  una investigación que culminó con la edición- no concluida en su impresión por razones climáticas-, de un completo y excelentemente presntado catálogo para que sirva a futuras generaciones.

Abundó el director en que “siendo la cintura justo la mitad de la figura humana justo es que se adorne artísticamente” y de ahí surgió un enjundioso estudio llevado a cabo por Segundo- su hijo-, y por la bibliotecaria del Museo Luciana Falivene logrando armar la exposición con 200 piezas provenientes de coleccionistas y de orgullosos dueños que las prestaron generosamente.

Tras aquellas palabras Segundo Deferrari informó sobre la investigación comenzando desde cero rescatando, junto a Luciana, crónicas de viajes y archivos que sirvieron para establecer corrientes y algunas fechas ciertas.

Segundo amplió diciendo que indicios de existencia de rastra y tirador,  datan de 1815 o 1820 cuando se los menciona en una carta que describe que un capataz de tropa luce “tirador cerrado con fuerte unión de plata y ramales terminados al modo de gemelos de camisa”, aunque recién se la nombra como tales hacia fines del siglo XIX en una nota del escritor Eduardo Gutiérrez..

También hay referencias de estos objetos de la vestimenta paisana hacia mitad de ese siglo mencionando lo que usaba el mazorquero Cuitiño de la policía de Juan Manuel de Rosas recaló en el Museo Udaondo.

Segundo Deferrari se explayó sobre el origen del sustantivo “rastra” 3 que se supone puede derivar de ristra como unión de varias cosas a través de hilo aunque hay otras teorías.

Por su parte Armando Deferrari agradeció a quienes colaboraron prestando piezas entre ellos el el “Pampa” Cura y don Roberto Reynoso con sus orgullosos 91 años paisanos de Chivilcoy.

La muestra en si es una maravillosa vista de doscientas piezas de los más diversos formatos de tiradores y rastras, algunas de ellas con valores incalculables por sus calidad de incunables, a lo que se agregaron fajas de texturas y dibujos increíbles, todo cuanto dio marco a una nueva muestra del gran aporte privado que brinda el Museo “Las Lilas” de Areco a la cultura nacional y trascendente.

En medio de este acto hubo lugar para entregar reconocimientos a colaboradores y posar todo el equipo de Las Lilas para una fotografía.

Por otra parte se anunció a través de Octavio Caravallo la próxima inauguración de la prolongación de la sede del Museo hacia calle San Martín, lo que se producirá en pocos meses dando mayor amplitud a la cantidad de actividades del mismo.