La muerte de Rodrigo: ¿accidente o asesinato mafioso?

 La duda volvió a surgir con el suicidio del sujeto implicado en el accidente, al pesar sobre él un pedido de captura por otro hecho.

Era sábado, había amanecido frío y lluvioso; muchos argentinos estaban preparando el mate con tortillas tratando de planear un fin de semana acorde con la gelidez de la jornada. De pronto, una noticia conmovió a todos y cambió los planes… había muerto el “Potro” Rodrigo Bueno, de 27 años, el cuartetero de intensos ojos azules e ídolo de multitudes… era el 24 de junio de 2000.

No puede ser…

Nadie podía entender lo que había ocurrido. “¿Escuchaste?, murió Rodrigo… «¿Cómo, no, no puede ser…” , eran frases que se repetían a lo largo y ancho de la geografía nacional.

Los argentinos, incrédulos, encendían los televisores para corroborar la noticia… y allí estaba la placa roja de Crónica anunciando la muerte del “Potro”. Su cuerpo, tirado sobre la ruta cubierto con una sábana, un poco más allá, sin vida, el actor Fernando Olmedo, hijo del legendario cómico Alberto Olmedo, quien también tuvo una muerte trágica.

Ese 24 de junio se cumplían 65 años del accidente de aviación, en Medellín, Colombia, que se llevó a otro ídolo de la canción, Carlos Gardel.

El accidente

De acuerdo a lo que se pudo reconstruir, la noche del 23 de junio de 2000, el cantante participó en la grabación del programa la Biblia y el Calefón que conducía el inteligente y mordaz periodista Jorge Guinzburg. De allí se fue a actuar a la bailanta “Escándalo” ante 2.000 personas. En ese lugar se encontró con Fernando Olmedo. Cuando terminó le aconsejaron que descansara un poco, el ritmo que llevaba era frenético, pero la adrelina hizo que se negara, estaba eufórico.

Después, subieron a la camioneta Ford Explorer roja, su exesposa, Patricia Pacheco, su hijito Ramiro, Fernando Olmedo y dos hombres más.

Rodrigo, quien manejaba la 4×4 y Olmedo no llevaban puesto el cinturón de seguridad.

Alrededor de las 3.30 de esa noche fatal cuando se encontraba en la autopista Buenos Aires-La Plata, a la altura de Berazategui, se encontró con un vehículo que circulaba en su misma dirección, era una camioneta Chevrolet Blazer al mando del empresario Alfredo Pesquera.

El Potro, de acuerdo a las pericias, conducía a una velocidad de entre 120 y 160 km/hora.

Los vehículos se pasaron entre sí y en algún momento se tocaron. Ahí fue cuando la del cuartetero comenzó a dar tumbos, las puertas se abrieron y salieron despedidos Rodrigo y Olmedo. 

El juicio a Pesquera

Alfredo Pesquera fue enviado a juicio porque se lo consideraba responsable de haber realizado maniobras peligrosas, pero en diciembre de 2001, dos de los tres jueces que componían el Tribunal de Quilmes votaron por la absolución del misterioso empresario de la Chevrolet Blazer, en tanto que el tercer magistrado, Rubén Sánchez, solicitó que se lo condenara por “homicidio culposo”.

Cinco años después, la Suprema Corte de Justicia bonaerense confirmó la absolución de Pesquera… pero la duda quedó flotando porque trascendió que Rodrigo y su entorno habían recibido amenazas de la llamada mafia bailantera. 

Pedido de captura y suicidio

El 22 de diciembre de este año Alfredo Pesquera fue encontrado muerto, con un tiro en la sien, en el interior de su camioneta de alta gama, BMW X6 negra, estacionada a pocos metros del lujoso chalet que alquilaba en el barrio de Saavedra en el que vivía junto a su familia.

Dentro del vehículo se encontró una pistola calibre 40 de marca Tanfoglio, la tenía sobre las piernas.

Los investigadores sostienen que se trata de un suicidio: “Todo indica que ante la noticia del pedido de captura nacional e internacional librada en su contra, Pesquera decidió quitarse la vida”, dijo una fuente judicial.

Este pedido de captura se originó después que Alfredo Pesquera fuera ubicado en la escena del crimen de Miguel Angel Graffigna, quien fue asesinado el 8 de junio de este año, de un tiro en la cara en Villa Ortúzar, dentro del Peugeot RCZ que había comprado 24 horas atrás.

Los pesquisas encontraron en el baúl del auto de Graffigna una gran cantidad de documentación sobre movimientos financieros. De acuerdo a los dichos de sus allegados pocos días antes había comprado una pistola Glock 40, porque estaba recibiendo amenazas. Dentro del vehículo se encontró un casquillo pero no el arma. 

Las pruebas

Rastreando, analizando y cruzando los datos del teléfono celular y mails del occiso, los investigadores hallaron varios mensajes entrecruzados con Pesquera por reclamos por dinero, entre ellos una deuda con Jorge “Acero” Cali, campeón mundial de Kickboxing, cliente de Graffigna.

Por todo esto la Justicia libró orden de captura nacional e internacional contra Alfredo Pesquera.

De acuerdo a los dichos del abogado Fernando Burlando, su defensor en el juicio por el accidente de Rodrigo, Pesquera le envió un mensaje, unas horas antes de su muerte, en el que le decía: “No estoy para otro round”, por otro lado trascendió que el empresario le había pedido a su mujer que se fuera de la casa que compartían porque no quería que su hijito viera cuando la Policía ingresara a detenerlo.

Quién era Graffigna?

Miguel Angel Graffigna, definido por sus conocidos como financista, había estado acusado junto a su exmujer, una actriz porno, de torturar y asesinar cruelmente a una pareja de swingers en Villa Elisa en 2004, con el objeto de robar un Picasso que nunca apareció. Sin embargo, e increíblemente fue sobreseído por este crimen.

Ante esto resta preguntarse ¿lo de Rodrigo fue solamente un accidente o como dijeron en su entorno: “lo mató la mafia bailantera”?

Fuente: EL TRIBUNO