“Areco vuelve a Atar”. Éxito pese al frío y el viento.

Aunque con una víspera lluviosa y muy fría que afortunadamente cesó por la noche del sábado, la atada “Areco vuelve a atar” que organizaron Museo Las Lilas de Areco con colaboración del Municipio y El Tropezón, tuvo un final feliz en cuanto, tras la recepción en el Tropezón el día sábado, el domingo se hizo el desfile con 30 carruajes y una cantidad de público menor a lo que se esperaba ante un nuevo día sumamente frío aunque, al menos, soleado.

Con rigurosa puntualidad aparecieron los primeros rodeando la Plaza Ruiz de Arellano y pasando frente al edificio municipal en el conducían el desfile, Marcos Raimundo como locutor, Luis María Loza explicando con lujo de detalles las características de cada carruaje y de quienes los conducían con la atenta presencia de la señora Trixie Kleine, secretaria del organizador Museo Las lilas de Areco.

Así pasaron y se detenían un momento ante el palco:

En Tiro de Uno: Inés de Carabassa y Heather Garret, Fernando Perazo de la localidad de Duggan, María Juana Aguirre  de Mar del Plata, Patricio Geretto de Burzaco, Christian Fernández Ocampo, Marín Maggi, Fabiana Pazzaglia, Solanger Gotthold, Justita Guevara- hija del legendario Don Pepe-, Cristian Lanari, Tomás Etchevest y Horacio Arostegui;

En Tiro de Dos:Diego Perazzo, Carlos Sayús, Los Toros de Carabassa, Rosaura Pazzaglia, Armando Deferrari director del Museo Las Lilas de Areco, Adela Bancalari, Carmen Ulloa, Horacio Piñeiro, Olegario Andrade, Mariano Paz, Tina Anchorena, Roberto Millán, Juan Fernández Ocampo, José Giacoa y Santiago Carnero.

En Tiro de Cuatro: Raúl Aquerreta, Ancaleo Maggi de Chascomús, Romero Oneto y Juan Gibelli-

Como siempre y desde hace muchos años, es infaltable la presencia en las atadas de un maestro, conocedor y buen relator de esas actividad, los carruajes, su conductores, sus historias que realiza una verdadera labor docente; hablamos, claro está, de Luis María Loza-el “Negro” >Loza como cariñosa y respetuosamente se lo llama habitualmente y  esta edición de Areco vuelve a atar, no fue la excepción y dijo presente.

Con Loza hablamos minutos antes que comenzara el paso de los carruajes por la Plaza Ruiz de Arellano- precisamente frente al Palacio >Municipal-, y nos dijo que estaba muy contento de volver a Areco y que lo hayan vuelto a convocar a esta verdadera la fiesta que ya se ha convertido en un clásico esperado por quienes son apasionados o amantes de este tipo de actividades mucho – «más siendo en Areco de la que no vamos hablar de sus virtudes  tradicionalistas» dijo-, porque todos las conocemos y que por solo esas razones es un lugar siempre convocante.

El querido “Negro” siguió manifestando que no en vano llegan 30 carruajes de distintos lugares de la provincia y eso no es poca cosa; lamentó que por diversas razones no haya podido concurrir la famosa chata de Antonio Regueira que tampoco pudo llegar el año pasado, pero seguramente en otra oportunidad se hará presente y agregó que notó en esta ocasión que año tras año mejoran la calidad de los carruajes, su presentación, los caballos, las guarniciones  y se ven cambios; es que antes venían muchos participantes como para dar un paseo mientras que hoy les gusta hacer mejor las cosas, se fijan en los otros participantes para tratar de mejorar en todo.

Y reflexionó diciendo que antes cuando venia a jurar  era más fácil ya que quienes tenemos esa responsabilidad  ahora tenemos que  buscar algún defecto y cuando esa situación se da es porque están todos muy bien y las  cosas se hacen muy bien.

Ante nuestra pregunta Luis María Loza reconoció que esta actividad de la atada parece reservada a gente mayor y es cierto que la gente joven no aparece aunque este año en la Exposición de la Sociedad Rural se alegró mucho- y dice que lo manifestó públicamente-,  que aparecieran dos chicos de 16 años lo que alienta a pensar que la actividad va renovando su gente.

También aceptó que en muchos caso se debe la falta de renovación y de participación a los costos que son importantes como las preparaciones, los fletes, el personal y la movilización y es posible que la gente joven no cuente con medios y eso sea un impedimento para participar; igualmente notó que en esta atada hay un grupo de 5 o 6 jóvenes y gente que no participaba, algunos provenientes del deporte del polo, entre ellos un grupo de la localidad de Monte, como otros participantes que recorrieron muchos kilómetros desde Las Flores, Chascomús o Miramar entre otros lo que , dijo, “me pone  muy contento.”

El inefable Loza agregó que si bien es cierto que la Patria se hizo a caballo, también es verdad que en muchos casos detrás de esos caballos habían carruajes a los que tiraban y ni haría falta mencionar la famosa galera de 1813 que se encuentra en Luján en la que el general Manuel Belgrano programó sus batallas ya que se encontraba enfermo.

Evocó Loza que tras aquellas carretas tiradas por bueyes, luego aparecieron las que eran arrastradas por  caballos en sus tiros a través de las postas y mensajerías y culminó expresando que “siempre tuvo mucho que ver el carruaje.”

Un personaje el “Negro” Loza; humilde, comunicativo, docente; un sabio conocedor de todos los carruajes que anduvieron por los terrenos de las pampas.

Un lujo; como también fue un lujo la organización del Museo Las Lilas de Areco.

Para destacar: La cantidad de mujeres que conducían sus carruajes con destreza y mucha elegancia.

Que nunca muera esta hermosa, tradicional e histórica atada.