Gustavo Eduardo Green: el escritor de los 350 premios literarios recibió un reconocimiento en Carlos Paz

Por Sol Castro

La historia de Gustavo Eduardo Green es sin dudas bastante peculiar. Con 63 años, se trata de uno de los autores de nuestro país que más premios literarios recibe a lo largo y a lo ancho del mundo. Recibió unos 350 premios literarios, de los cuales más de 100 fueron otorgados fuera de Argentina.

Hace sólo 14 años comenzó a enviar sus cuentos a distintos certámenes de literatura que se ofrecían por Internet ,y la primera vez que lo hizo obtuvo su primer galardón, hecho que según cuenta, lo motivó a seguir escribiendo y participando en diferentes concursos.

Así se inició en el camino literario el autor de “Instrucciones para doblar una jirafa” de Editorial Comunicarte, una joyita con la que también recibió un reconocimiento de la prestigiosa editorial cordobesa, gracias al cual publicó el conocido cuento para chicos.

Con una prosa original, divertida, donde el humor y la imaginación son dos ingredientes infaltables, Green ganó recientemente el “Concurso de poesía y narrativa” de Fundación FeiDes  con el lema “La naturaleza nos inspira“. Consiguió el Primer y el tercer puesto, con los cuentos “La pasividad de la vaca” y “El llanto de los árboles”.  “Son cuentos surgidos a partir del entorno natural en el que yo vivo, que es San Antonio de Areco en Buenos Aires”, comenta el autor sobre las obras elegidas.

En relación a su labor, Gustavo manifiesta en entrevista con Qué hacemos ma?!:  ”A mí en realidad me cuesta definirme como escritor, digo más bien que soy un Director de Cine que escribe. Los primeros escritos fueron dos proyectos de filmación que estuvieron guardados un buen tiempo en un cajón. Al no poder filmarlos, porque en esa época los costos eran muy altos, -por suerte ahora son mucho menores por la tecnología digital- terminé convirtiéndolos en cuentos, con pudor, ya que le tenía y aún le tengo mucho respeto a lo literario. Pero bueno, ese atrevimiento me hizo participar de un Concurso que se hizo en la provincia de Buenos Aires, San Nicolás, donde tuve un primer premio, y una primera mención”.

Egresado del Instituto Nacional de Cine de Buenos Aires, Green asegura que si no hubiese logrado la distinción en el primer concurso en el que participó, seguramente no hubiese continuado con su carrera literaria. “Para mí la escritura es una de las formas de canalizar mi gran necesidad de expresión, me brinda libertad, me permite recrearme en otras vidas, en otros mundos, hasta en la eternidad”, reflexiona el escritor.

Por otro lado, identifica dos motivos que lo llevan a presentarse en diferentes certámenes literarios. “En principios realmente me gusta probarme, ver qué opinan diferentes personas calificadas sobre mi trabajo, por el respeto que le tengo a lo literario, y luego, sigo presentándome por una cuestión de desafío personal, y de superación personal. Siempre habrá un objetivo a superar, y yo lo encaro de esa manera. No es para competir con otros, sino para desarrollarme más. Siempre hay un escalón más que subir”, reconoce.

El autor asegura que su vocación, que descubrió desde chico, es en realidad por el hecho artístico en sí. “Desde los 15 años me expresé en la fotografía, en mis escritos, y en el cine al que pienso volver pronto. Así como el cine me llevó al cuento, espero que un cuento de mi autoría que acabo de elegir, me lleve de regreso al séptimo arte”.

Sus escritores favoritos son Julio Cortázar, Franz Kafka, Hermann  Hesse, Gabriel García Márquez, Alejandra Pizarnik e Idea Vilariño.

Gustavo no vive de la literatura y sostiene que, con suerte, le brinda uno o dos aguinaldos al año, gracias a los premios económicos que logra en certámenes literarios. “Hoy por hoy trabajo en la Municipalidad de San Antonio de Areco. Fui en dos oportunidades Director de Cultura de la localidad, y hoy me desempeño en el área e Deporte, porque otra de mis vocaciones es el fútbol. Soy Director Técnico de fútbol, recibido.”

Respecto al mercado de literatura infanto juvenil, el escritor considera: “Por supuesto no está pasando por un buen momento, no puedo adherir a ningún recorte en áreas culturales. Por el contrario, creo que debería acrecentarse el presupuesto apuntando a proyectos que incentiven la lectura y la escritura. Colombia es un ejemplo en eso, hace más de 7 años implementó el Plan “Leer es mi cuento” para integrar la lectura y la escritura en la vida cotidiana de la gente, que da además un gran apoyo a la Red Nacional de Bibliotecas, y con referentes literarios del país que viajan hasta el pueblito más recóndito para contar sus historias. Tal como lo hace mi amiga, la reconocida escritora Irene Vasco, quien viaja en bote por anchos ríos para llegar a una biblioteca perdida en el medio de la selva. Sería bueno implementar algo parecido en Argentina, porque es un plan que está dando maravillosos resultados”.