Se trata de la propiedad de Carlos Perich y Ana García ubicada en calle Zerboni entre Arellano y Zapiola, justo frente a la Dirección Turismo. Los delincuentes ingresaron por el fondo tras romper el vidrio de una ventana. Los malvivientes revolvieron toda la vivienda y –en principio- se supo que se alzaron de botín importante conformado por una computadora, una cámara digital y una alta suma de dinero.
Vale decir que se cree que los atacantes conocían los movimientos de la familia puesto que el robo ocurrió justo cuando ninguno de los propietarios estaba presente. Habría sido entre las 12 y las 14 y 30 horas mientras Perich está en el campo y García trabajando como docente. Un familiar fue quien advirtió el hecho. Nadie vio nada.
