Reflexiones de un viejo médico de Areco: El «Emilio»

Conozco al “Emilio”como lo llamábamos risueñamente desde el año 1965. Durante muchos años fue como mi segundo hogar. Trabajé como médico de guardia, médico clínico, cardiólogo, fui jefe de clínica médica, de cardiología, director, director de salud.

A pesar de ser cardiólogo asistí partos, reduje fracturas con yesos, suturé innumerables heridas en la Guardia en una época en que no había tantas especialidades y era necesario hacer un poco de todo.  Hice monitoreo operatorio con diversos cirujanos y anestesistas.

Seguramente me equivoqué muchas veces por lo cual le pido perdón a Dios y a los que pudiera haber perjudicado. Muchas frías madrugadas de invierno esos largos pasillos me habrán visto pasar para atender algún enfermo grave.

Recuerdo con mucho afecto y cariño a tanta gente que dejó buena parte de su vida trabajando con gran vocación por un sueldo magro. Enfermeras, mucamas, cocineras, personal administrativo, técnico y de mantenimiento.

Surgen en mi mente los nombres de la admirable Hermana Teresa Cavalliere, Nélida Jaime, Teresita Hollman, Beba Palermo, Pascual Fanelli, Estela Lofredo, los dos Palermo, Marina Heredia, las hermanas Bessonart y un muy muy largo etcétera.

He visto en los pasillos placas con los nombres de intendentes y concejales cuyo mérito fue estar en sus cargos en el momento de alguna inauguración, pero considero que hay mucha gente que tendría que ser recordada por sus esfuerzos. Me hago cargo que tampoco yo hice nada en ese sentido cuando pude intentarlo.

Me puse muy triste cuando cerró el Hospital Morgan y no pudimos hacer nada para evitarlo.

Desde entonces el Zerboni quedó como único efector de salud en nuestro pueblo. Por lo antedicho me interesa profundamente todo lo que atañe a su funcionamiento.

Hoy el Hospital necesita ser ampliado ¿vale la pena discutir el lugar en medio de una crisis como esta?

Dadas las circunstancias considero que la vuelta del edificio de la Fundación Laplacette a Salud es primordial.

El edificio de la Fundación Laplacette entiendo que fue donado para salud y/o educación. Durante muchos años en ese ámbito funcionó laboratorio y Rx. Después se cambió y dejo de funcionar en Salud pasando a Educación. En realidad eran los dos fines para los cuales se había hecho la donación

El Hospital ha quedado muy pequeño y el edifico de la Fundación da mucho alivio para hacer diversas actividades.

En este momento ya está funcionando Dirección, Secretaría de Salud, Personal, Salud Mental, Oncología, Vacunatorio y 3 o 4 servicios más. Todos ocupan un espacio físico que desahoga su accionar. Además se podrían hacer consultorios externos, kinesiología y otras varias actividades.

Hay que entender, usando buena voluntad, que por su proximidad al Hospital el edificio que ocupaba la Escuela de Arte es muy necesario para Salud en este momento. Hoy por hoy es como una extensión del Hospital.

Como cuestión de fondo es muy triste pelearse por un edificio cuando lo ideal sería que cada cual tenga el suyo porque habla de lo poco evolucionados que somos. Pienso que habría que brindar información clara y tener una respuesta concreta sobre qué se hace con la Escuela luego que pase la cuarentena.

Insisto: LA SALUD ES UNA PRIORIDAD.

Doctor Roberto Savanti