Un poco de humor para el fin de semana.

PARA QUÉ SIRVEN LOS CUÑADOS …

Un transeúnte se sintió mal en la calle, cayó al suelo y fue llevado a emergencias de un hospital particular,perteneciente a la Universidad Católica , administrado totalmente pormonjas.
Allá, comprobaron que tendría que ser urgentemente operado del corazón, cosa que se realizó con éxito total.
Cuando despertó, a su lado estaba la monja responsable por la tesorería del hospital, quien le dijo lo siguiente:
– Estimado señor, su cirugía fue realizada con éxito y está usted a
 salvo. Sin embargo, hay un asunto que necesita su urgente atención:
¿Cómo piensa usted pagar la cuenta de hospital?
Y el cobro tuvo inicio…
– ¿Tiene usted seguro-médico?
– No, Hermana.
– ¿Tiene tarjeta de crédito?
– No, Hermana.
– ¿Puede usted pagar en efectivo?
– No tengo dinero, Hermana.
La monja empezó a sudar frío, pero prosiguió:
– ¿Y con cheque, entonces, puede usted pagar?
– Tampoco, Hermana.
Entonces la monja, ya desesperada…
– Bueno, ¿usted tiene algún pariente que pueda hacerse cargo de la cuenta?
– Ah… Hermana, sólo tengo una hermana solterona, que es monja, pero no sé si ella pueda pagar.
La monja, corrigiéndolo, dijo:
– ¡Disculpe señor, pero las monjas no somos solteronas!
¡Estamos casadas con Dios!
– ¡Ah! ¡Magnífico! ¡Entonces, por favor, mándele la cuenta a mi cuñado!
Así fue cómo nació la expresión,
«DIOS SE LO PAGUE».