El consumo de papa alcanzó en 2020 los 52 kilos por habitante al año y superó al de la carne vacuna

El consumo de la hortaliza, tanto como producto fresco como procesado, saltó casi un 20% en cuatro años. Cultivada en varias zonas del país, se cosecharon 2,85 millones de toneladas, de las cuales, más de la mitad, se produjeron en el sudeste bonaerense
9 de Abril de 2021
En 2020 aumentó significativamente el consumo de papa en la Argentina y superó al de carne vacuna

La papa es un alimento típico de la cocina argentina, tanto por su amplio uso, como así también, por la larga historia que tiene en nuestro país. Con una distribución productiva en varias regiones del territorio nacional, se come en preparados caseros o industrializada en forma de papas fritas, y su carácter semi perecedero y precio generalmente económico, la hicieron un recurrente producto de consumo familiar, como así también en los restaurantes.

Sin embargo, en estos últimos años, en especial durante la pandemia de coronavirus, su consumo aumentó de una manera significativa superando los 50 kilos por habitante al año y ubicándose por encima de la carne vacuna en el podio de los alimentos más consumidos por los argentinos.

Así lo demuestra un informe de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Según un trabajo a cargo de los ingenieros agrónomos Ricardo Bergonzi y Sergio Constantino, el consumo de papa (fresca o industrializada) alcanzó los 52 kilogramos por habitante por año, un 18% por encima de la anterior medición que realizó la universidad marplatense en 2016.

Este total no solo significa un considerable crecimiento respecto a los índices de hace cuatro años, sino que también superó a otro alimento emblema de los argentinos, como la carne vacuna, que se ubicó en diciembre pasado en 49,7 kilos por habitante al año, según mediciones de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes (Ciccra).

Durante el 2020, año signado por el inicio de la pandemia de coronavirus, se produjeron en el país 2.844.000 toneladas de papa. De ese total, 1.909.000 llegaron al mercado como producto fresco, mientras que 663.500 toneladas se procesaron como bastón prefrito congelado, 181.500 toneladas como chips y a 90.000 toneladas se le dio otro uso.

De las casi 2,85 millones de toneladas, 2.297.500 toneladas tuvieron como destino el mercado interno, de las cuales 1.794.500 toneladas fueron como producto fresco y 503.000 toneladas de papas industrializadas. Si se toma en cuenta el consumo de cada uno, en 2020 se consumieron 40,8 kilos por habitante al año de papa sin procesar, mientras que las que sí tuvieron un tratamiento, el consumo fue de 11,4 kilos por habitante.

En diálogo con Infobae, uno de los autores del informe, Sergio Costantino, indicó que “la producción de papa tiene una importancia bastante directa en nuestro país, porque somos altos consumidores, está presente en la mesa de los argentinos y, como es históricamente un producto económico, eso permite no solo que esté en la mesa por gusto sino también por económica”.

Según explicó el especialista, “el salto en el consumo interno empieza con el gobierno de Mauricio Macri, donde se priorizó todo lo que era exportación y se vio afectada la producción de papa a nivel nacional. Se siguió produciendo y los precios empezaron a caer y, a partir de eso, empezó a aumentar el consumo y tuvo el mayor pico durante el primer año de pandemia. Durante ese año, todos nos tuvimos que quedar más tiempo encerrados y tuvimos la posibilidad de cocinar y eso permitió que aumente el consumo en mayores proporciones”.

“Si bien en los 70 y principios de los 80 se llegó a 70 kilos por persona, también por una cuestión de que era un producto barato, empezó a caer por diferentes causas, como sustitutos y modas y lentamente llegó a los 40 kilos en 2014. Después empezó a aumentar hasta los 52 kilos en detrimento de la carne. El consumo ahora está siguiendo el mismo patrón del año pasado, con un consumo impresionante, y creo que va a terminar el 2021 con un mayor consumo”, finalizó.