Denunció el PJ un plan de desestabilización

El congreso del PJ aprobó un documento con el sello de la Casa Rosada, con un reclamo a la Justicia para «investigar todas las pistas» sobre la muerte de Nisman; exigió «terminar con los caranchos y especuladores de la política»; críticas a los medios

Por Jesica Bossi  | LA NACION

Amontonados en el escenario y todos de pie, los principales dirigentes del peronismo lanzaron desde la sede partidaria en la Capital Federal una proclama a la medida de Olivos: denunciaron intentos «desestabilizadores» contra Cristina Kirchner, en el marco de un complot que incluiría a jueces, medios de comunicación y servicios de Inteligencia.

Reunidos de urgencia por el escándalo que desató la muerte del fiscal Alberto Nisman, gobernadores, intendentes, gremialistas y la plana mayor del gobierno nacional se congregaron ayer en la sede del Partido Justicialista (PJ) de Matheu 130, para escenificar una postal en apoyo de la Presidenta y fijar una posición conjunta respecto del caso judicial que sacudió el tablero político.

El documento que leyó el apoderado del PJ, Jorge Landau, en un auditorio colmado y con signos de tensión, se terminó de pulir a último momento. Después de una reunión a puertas cerradas de más de dos horas, en el despacho del presidente del sello, Eduardo Fellner, se impuso el ala dura.

Mientras los peronistas tradicionales pretendían elaborar un texto «moderado», el cristinismo -representado en la mesa por el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y varios miembros de la agrupación juvenil La Cámpora- defendía un pronunciamiento sin medias tintas, que venía con supervisión directa de la Casa Rosada.

En ese marco, era visible la incomodidad de los caciques provinciales. Daniel Scioli, además aspirante a la Presidencia, llegó -con aviso, arguyendo problemas de agenda- una hora y media tarde a la cita, y sus colegas se retiraron a máxima velocidad, apenas terminó el encuentro. Estuvieron, entre otros gobernadores, Gildo Insfrán (Formosa), Francisco «Paco» Pérez (Mendoza), Juan Manuel Urtubey (Salta) y Sergio Urribarri (Entre Ríos), el más K de ese grupo. Se levantó una conferencia de prensa que había estado prevista desde temprano, y la actividad se circunscribió a la foto grupal y la lectura del texto.

A diferencia de otras jornadas en Matheu 130, esta vez la organización estuvo a cargo del área de Prensa de Presidencia de la Nación, un dato que ilustra la intención del Gobierno de no dejar nada librado al azar en la convocatoria diseñada para respaldar la gestión de Cristina Kirchner.

Bajo el pomposo título «Exigimos el cese del uso de la mentira, la calumnia y la difamación como herramienta política al servicio de oscuros intereses», los primeros nueve párrafos del comunicado están dedicados a cuestionar al periodismo -en especial, Clarín y la nacion- por publicar denuncias que salpican a la Presidenta, como las presuntas irregularidades en su firma Hotesur (donde la familia es socia del empresario oficialista Lázaro Báez), sospechas sobre su patrimonio y las investigaciones que promueven los fondos buitre desde Nevada, Estados Unidos, por presunto lavado de dinero.