Regular concurrencia en la concentración del 18F

Unas seiscientas personas se dieron cita en la Plaza Ruiz de Arellano ante la convocatoria para rendir homenaje al fiscal Alberto Nisman, fallecido en circunstancias dudosas, y reclamando por justicia e independencia judicial.

Pese a la lluvia que caía hacia las 18, la gente fue llegando en foma masiva  concentrándose frente a la Parroquia San Antonio de Padua que, a esa hora, lanzó campanas al viento como adhiriendo al homenaje.

 

Cuando la concurrencia había llegado a su mayor número y ante la lluvia que volvía a caer aunque tenuemente, se puso en marcha la caravana que dio una vuelta alrededor de la plaza, deteniéndose ante la muda Intendencia para continuar hasta llegar nuevamente a la iglesia.

 

Allí se produjo un minuto de silencio total, coronado con un prolongado aplauso y la entonación del Himno Nacional.

 

 

Nuevamente las campanas de la Parroquia acompañaron a los vecinos agrupados y así, tras cuarenta y cinco minutos, se fue produciendo la ordenada desconcentración hacia domicilios o cobijándose alrededor de nutridas mesas en los bares del sector.

 

Sin ninguna identificación de tipo alguno, en silencio, con la participación de algunos dirigentes políticos- obviamente nadie del oficialismo-, y de familias con niños y mucha presencia femenina se rindió el homenaje programado con una concurrencia interesante si tenemos en cuenta las condiciones climáticas.