Carlos H. Viganego. San Antonio de Areco y una nueva inundación sin soluciones a la vista.

 

 

 

Una forma de palear medianamente el efecto de las grandes lluvias en la cuenca del Río Areco y sus graves inundaciones, sin entrar en utopías y obras muy publicitadas y de poca efectividad.

La cuenca del río arriba

La manera más atinada para aplicar aguas arriba y la de menor costo es de acordar con los propietarios de campos canalizados y con cañadones naturales, la instalación de compuertas que regulen el paso del agua hacia el río.

Otro paso seria, referido a la siembra directa la cual para algunos anula la absorción de agua en los campos de producción agrícola y si esto se comprobara- personalmente creo que no influye demasiado-, regular por ley el cincelamiento de estos campos, en periodos de tiempos acordados; los canales son recuperación de tierras para mayor producción agrícola que se hicieron de manera desordenada; por un lado los productores y por el otro los municipios y Provincia que, sabiendo lo que pasaba no encararon las obras de limpieza y dragado  de los ríos, por razones de presupuestos o por mirar a otro lado.

Por otra parte, que el partido de San Andrés de Giles haga las obras de hidráulica necesarias para que las aguas del sur/oeste de su partido fluyan por el arroyo Suero y no por el de Las Chañaritas

En lo que respecta a esta inundación un tanto atípica, se pudo dar el fenómeno de trasvasamiento de cuencas, por declaraciones tanto de vecinos como funcionarios que se manifestaron por TV, del partido de Salto en las que insinuaban que desde Junín le enviaban agua; esto si bien es una presunción, habrá que estar atento.

 

Respecto a la cuenca baja.

Tomando como referencia de su inicio el puente de las vías del F.C.G.B.M, desde donde el río comienza a “plancharse” hasta su desembocadura en el Riacho de Baradero, existen diez puentes: el del Ferrocarril Mitre, El puente Viejo. El puente Gabino Tapia, el de Ruta 8,  Ruta 41,  Ferrocarril Belgrano, Puente Castex,  Ruta 9, Ferrocarril Mitre (vía doble),  Puente del Camino (tierra) de Faustino Alsina a Lima y por último el Puente del camino Viejo a Atucha.

Se debería dompletar el dragado del río Areco, sus caminos laterales para facilitar la lucha de combatir las acacias negras, “pero como corresponde”.

Cuando me refiero a los puentes, el de la Ruta 9 que en parte esta dentro del partido de San Antonio de Areco, los aliviadores no le alcanzan; ni hablar de los puentes de Alsina y de Atucha que son “bombillas”, para que pase el mayor caudal de agua que lleva el Río Areco, muy próximo a su desembocadura.

La limpieza y buenos aliviadores son indispensables para el drenaje del río; el caudal de agua que lleva este río no tiene mucha solución con los aliviadores insuficientes del Puente Viejo y el Puente Tapia y en lo que respecta al Puente de la Ruta 41 contratar buenos ingenieros y que Dios nos ayude.

Que nadie piense que me olvido de los cambios climáticos, al que si lo ayudamos sus efectos son mayores.

Por último, considero que aquel discurso de Florentino Ameghino en el Instituto Geográfico en el año 1884- sin que este genio no supiera del cambio climático actual, calentamiento global, corriente del niño, etc.-, está más vigente que nunca, más de un funcionario debería conocerlo.

       

Carlos Hector Viganego

Doc. 4749085