Areco precisa contar con un médico forense con urgencia.

 

El reciente trágico accidente en el que perdiera la vida el vecino Ariel Colaneri puso sobre el tapete un tema que preocupa con absoluta justicia a los familiares de quienes sufren este tipo de circunstancias.

 

Desde hace mucho tiempo San Antonio de Areco no cuenta con servicio que es fundamental ante accidentes o muertes dudosas: la existencia de un médico forense.

 

Es que esa ausencia significa prolongar la más angustiosa espera en momentos dramáticos para la familia y amistades y afectos de quienes tuvieron la mala suerte de fallecer en un siniestro o en circunstancias poco claras.

 

La muerte de Ariel Colaneri volvió a crear, además del lógico trance causado por la muerte de un ser querido, las dificultades para que el cuerpo del occiso sea sometido a la operación de autopsia.

 

Trámites, ruegos y la consabida angustia para recuperar, aunque más no sea los despojos de quien se va de esta vida, dejando una estela de dolor y lágrimas de quienes lo amaron en vida y tras su muerte.

 

Un grupo de vecinos y profesionales han decidido tomar la iniciativa que debiera haber nacido del Estado municipal, de gestionar el nombramiento de un médico forense y se adecuen instalaciones para las consabidas operaciones.

 

Será una forma de que familiares y amigos puedan mitigar, aunque sea mínimamente, el dolor de la pérdida del ser querido.

 

este medio apoyará toda iniciativa tendiente a lograr que se plasme  en realidad esa sentida necesidad.