En una escandalosa sesión, el FPV aprobó casi cien proyectos

El oficialismo exhibió por primera vez su división interna; varios legisladores desoyeron el pedido presidencial y se ausentaron; excepto ocho diputados de la izquierda, la oposición se retiró del recinto

LA NACION

VIERNES 27 DE NOVIEMBRE DE 2015

 

Di Tullio, jefa del oficialismo, dialoga con los diputados de izquierda que apoyaron los proyectos
Di Tullio, jefa del oficialismo, dialoga con los diputados de izquierda que apoyaron los proyectos.Foto:Télam

El peronismo le infligió ayer a Cristina Kirchner un fuerte golpe en la Cámara de Diputados: por primera vez, una decena de diputados del bloque oficialista decidió no participar de la última sesión del año, en la que el kirchnerismo pretendía aprobar casi un centenar de proyectos de ley de neto corte kirchnerista.

Fue una sesión escandalosa y para el infarto: al oficialismo le faltaba sólo un diputado para alcanzar el quórum, de 129 legisladores. Finalmente, después de más de cuatro horas de espera, llegó al recinto Isaac Bromberg, primo del gobernador de Tucumán, José Alperovich. En los pasillos de la Cámara baja se rumoreaba que se había retirado del recinto al mediodía rumbo a su provincia, pero que lo trajeron a la Capital en un avión privado. La llegada del tucumano desató una ovación en el recinto. El oficialista Julián Domínguez, presidente de la Cámara baja, ordenó votar el paquete de iniciativas de un plumazo, sin debate. Los diputados dieron media sanción rápidamente a las más de 90 iniciativas y las giraron al Senado.

Tantos nervios que pasó la bancada oficialista obedecieron a la rebelión inédita de una decena de diputados que responden a gobernadores peronistas, lo que prenuncia la dinámica parlamentaria que se viene después del 10 de diciembre, cuando el Frente para la Victoria pierda su mayoría. Ayer, si bien logró a durísimas penas alcanzar el quórum, el oficialismo dejó expuestas por primera vez sus profundas grietas internas. Entre los ausentes figuraron los tres diputados de La Rioja Griselda Herrera, Teresita Madera y Javier Tineo -este último reasumió ayer mismo su banca, a la que había pedido licencia por ser ministro de Gobierno en su provincia-. Una llamada del gobernador Luis Beder Herrera los hizo levantar de sus bancas en plena sesión, lo que obligó, pasado el mediodía de ayer, al oficialismo a convocar a un cuarto intermedio.

Otros diputados ausentes fueron Omar Perotti, ganador en las elecciones a senador por Santa Fe; Juan Antonio Villa, de San Juan, que responde a José Luis Gioja; Oscar Redczuk, de Misiones; Carlos Gdanzky, de la UOM, y Oscar Romero, de Smata. Perotti hizo trascender que él no estaba de acuerdo con este tipo de sesiones sin consenso previo.

La sangría oficialista se completó con el faltazo de tres de los siete miembros del Frente Cívico de Santiago, el bloque más fiel que tuvo el kirchnerismo en sus doce años en el poder. Los ausentes fueron Aída Delia Ruiz, Mirta Pastoriza y Graciela Navarro. Tampoco estuvo en el recinto Darío Giustozzi, ex Frente Renovador y un aliado que el oficialismo creía propio.

Para compensar el faltazo de los «rebeldes», ocho diputados de la izquierda decidieron dar quórum y apoyar al oficialismo. Ellos son Victoria Donda (Libres del Sur); Claudio Lozano, Antonio Riestra y Víctor De Gennaro (Unidad Popular); Alcira Argumedo (Proyecto Sur), y Pablo López, Nicolás del Caño y Myriam Bregman (FIT).

La sesión de ayer tuvo todos los condimentos para el escándalo. La oposición, que había solicitado un temario consensuado acorde con el momento de transición que se vive tras el triunfo de Mauricio Macri, decidió no participar del debate. «¡Es una falta de respeto!», exclamó el jefe del bloque de la UCR, Mario Negri, indignado ante la intransigencia oficialista. Juliana Di Tullio, jefa del bloque kirchnerista, había recibido anteanoche el mandato de la Presidenta de avanzar, sí o sí, con un temario propio. Sin acuerdo con la oposición. Quería que se aprobara como fuera la estatización de Yacimientos Carboníferos de Río Turbio, uno de los temas más polémicos. La iniciativa habilita que las deudas de la empresa sean absorbidas por la Nación. Léase, el futuro gobierno de Macri.

Pero la caja de Pandora no termina aquí: además, se dio media sanción a una iniciativa que declara «sujeto a expropiación y de utilidad pública» el hotel Bauen, que desde hace 12 años es administrado por una cooperativa de trabajadores. Los diputados de Pro firmaron el dictamen en contra.

Asimismo, el oficialismo incluyó otro dictamen que beneficia a las familias de ex agentes de Gas del Estado y de Segba que fueron excluidas del programa de propiedad participada. A esta iniciativa se sumó el dictamen propiciado por el oficialista Héctor Recalde para que los trabajadores de empresas televisivas acuerden con los empresarios la distribución de ganancias, que deberá ser definida entre las partes en las negociaciones paritarias del sector.

El temario se completó con otra iniciativa que dispone otorgar una indemnización a los ex trabajadores de Canal 13, Canal 11, Radio Excelsior y Radio Belgrano, que fueron privatizados en el gobierno de Carlos Menem. Todas ellas son medias sanciones y se giraron al Senado.