Grave accidente en la esquina de Alsina y Vieytes

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  A las 18.15 hs de la tarde de este jueves en la intersección de las calles Alsina y Av. Vieytes ocurrió un accidente entre un auto Ford Fiesta que circulaba por la calle Vieytes -conducido por Graciela Gambateza- y una moto que circulaba por calle Alsina -conducida por un joven de apellido Ramírez, acompañado por dos personas más. Uno de apellido Rattagan y el otro De Gorgue. Ramírez resultó ileso, mientras que Rattagan tuvo quebradura expuesta de su pierna derecha. De Gorgue sólo tuvo un corte en su pierna derecha(luego se habría comprobado una factura expuesta)..

Según testimonios de los vecinos que llamaron al Hospital pidiendo una ambulancia, les dijeron que “no podían hacer nada por que no tenían en ese momento un vehículo”.

Los jóvenes estuvieron en la vereda de la Iglesia San Patricio esperando durante más de 20 minutos, cuando llegó la ambulancia solo tenían una camilla, entonces se llevaron a Rattagan y posteriormente -luego de 5 minutos aproximadamente- llegó la segunda ambulancia que se llevó al joven De Gorgue. Ricardo Sceppacuercia estuvo en el momento del accidente y sostuvo que “cuando se dice que todo no está bien en el Hospital, esto es una realidad”.  

 

De Areco Noticias

 

Más sobre el hecho.

La custión de por sí dramática no terminó en el accidente sino que se prolongo con una gran indignación por parte de los presentes.   En primer lugar debe aclararse que hubo también un llamado a Bomberos que, de acuerdo a lo que establece la legislación para estos casos, no pudo hacerse cargo del traslado y asistencia de los heridos porque están obligados a contar con un médico en la ambulancia.

En segundo lugar, una profesional que reside junto al lugar donde se produjo el accidente, ofreció una tabla rígida para utilizar con uno de los heridos ya que había una sola, mientras uno de los jóvenes gritaba de dolor ante una fractura expuesta y otro perdía sangre a raudales poniendo en peligro su vida. Todo esto fue visto y atestiguado por presentes que desesperadamente intentaban ayudar.

Pero lo más dramático, cuando ya habían sido retirados los heridos, fue la llegada de un familiar directo del  intendente Durañona que, en forma intempestiva, irrumpió en la farmacia del lugar e increpó a quienes habían llamado al hospital aduciendo vaya a saber que protocolo, cuando estaba en peligro la vida o al menos la integridad física de dos heridos graves lo que provocó la reacción por momentos acusatoria de los vecinos presentes que llegaron a recriminar el proceder a la señora de la que nadie supo qué función cumplía en ese lugar y circunstancia.

 

Se supo que después hubo pedidos de disculpas de la señora hacia la profesional que actuó de acuerdo a la gravedad del hecho y colaboró con los heridos.

Pero esto pinta de cuerpo entero la gravedad de una situación sanitaria que hace agua, de una desorganización manifiesta y de la intervención de personas que llegan sin saber a guisa de qué, a increpar a vecinos que solo tuvieron la intención de colaborar para  resolver un problema grave.