Robo en un campo de Baradero. “Es muy duro lo que nos pasó” dijo el damnificado

 Foto. Lacho Malacalza y Sra.

Lacho Malacalza, vivió toda la vida en el campo, aunque mantiene una vida social muy fluida por su participación en diferentes instituciones de Baradero, principalmente el Club Atlético.

Con 70 años y mucho entusiasmo comenzó un emprendimiento con su hijo Ariel donde crían cerdos, en estos días tenían disponibles y vendidos unas 50 animales para las fiestas, lo que sería la cosecha de muchos meses de trabajo.

Pero el viernes a la mañana todo se derrumbó, cinco delincuentes se escondieron toda la noche en el galpón y a la mañana bien temprano los asaltaron, golpeando a Ariel y un empleado y atándolos a Lacho, su señora y el nieto de 10 años.

“Una cosa es que te cuenten sobre los robos, pero otra cosa es vivirlo”, dice Lacho al hablar con BTI, esta abatido, resignado y con mucha tristeza porque siente que su vida ya no será la misma;

“Hoy estamos peor que el primer día, uno va tomando conciencia, es muy duro lo que nos pasó,  yo hace setenta años que vivo aquí- toda la vida- y ya tenes que pensar que tenes que dejar todo porque que más vas a dejar, ya no te queda margen.

Esta era una empresa que estaba medianamente empezando a funcionar con el tema de la chancha y andaba bien, tenía a mi hijo trabajando conmigo, pensábamos que íbamos a salir adelante con eso, pero vos te das cuenta que estás en descenso no hay manera de seguir, porque suponte que arranquemos de nuevo, nos acomodemos un poco y cuatro, cinco o seis meses, un año y te vuelven a visitar y ¿vos que haces?

Eran todos los pedidos que teníamos, que inclusive la gente se va a quedar esperando porque no tenemos forma de comunicarnos para avisarles que nos robaron todo.

Hace unos días había estado la comisario y yo le dije en todos los años que estoy acá nunca nos atracaron la tranquera y por suerte si nos han robado algo es mínimo o no me he dado cuenta así que creo que estoy bastante cubierto en el tema y pasó una semana y los setenta años se me vinieron encima.

A mí, a mi señora y a mi nieto no nos hicieron nada más que atarnos, pero vos te imaginas el trauma que le pudo haber quedado a un chico de diez años.

Él se crio en la ciudad pero le encantaba estar acá en el campo, él que cada vez que podía estaba acá en el campo, la vida de él era esa y como lo voy a llevar devuelta ahora yo y menos mal que no estaba mi nieta que si no hubiera sido un desastre,  y vos escuchar que le están pegando a tu hijo y que no podes hace nada, es bravo a pesar de que la podamos contar, de que la camioneta la recupere- hecha pedazos pero la recupere – lo material no me preocupa porque la plata va y viene y uno todavía tiene fuerzas para trabajar, pero uno piensa que de todo lo que construyó no te queda nada, que tendrás que esperar un tiempo y empezar a vender todo y buscar otra vida, pero uno nació para esto, vos imagínate que la mayoría de la gente a mi edad  ya vive en el pueblo y a mí me gustaba el campo y me quede ahí, yo ya sé que se supera, yo sé que anímicamente uno tarda unos días porque ya me pasó con el otro asalto del vecino, pero que pasa vos tenes un empleado que ya tiene sus años, tengo mi hijo que a él ahora se le pone muy difícil porque al no poder llevar sus hijos al campo ¿Cómo hace? aparte vos sabes que el campo y el deporte para nosotros siempre fue la vida.

Fueron cinco personas encapuchadas, adentro de la casa estuvieron dos y los otros tres afuera. Hablaban entre ellos, eran de entre 20 y 30 años, aparte no queres mirarlos mucho porque uno no quería que se pongan violentos y yo te voy a ser sincero a mí me ataron pero yo me desate como tres o cuatro veces nada más que cuando veía que se acercaban me volvía a atar porque no querían que le hagan nada a los otros, estaban violentos con Ariel porque cuando  fue para el criadero él vio a uno y creía que era uno solo y lo tumbó, le pego una patada y una trompada y lo tenía en el suelo y ahí se aparecieron los otros, imagínate como terminó. Ariel con una fisura en dos costillas, un golpe en la cabeza y en la oreja, estaba dolorido pero no lastimado.

Teníamos sesenta lechones preparados para vender ahora en las fiestas y de esos sesenta había unos cincuenta y pico encargados y lo peor es que me lo cargaron delante de la camioneta y no te imaginas lo que es la camioneta adentro y se la hicieron cargar Ariel, no sé cómo iban esos pobres animales pero los habían apilados de tal manera que la camioneta adentro está destruida. La camioneta la encontraron en el puente bajando el puente de Gobernador Castro como yendo para Pérez Millán, pero para mí no pasaron Rio Tala.

La policía llegó en el acto, pero la policía llegó a mi casa, pero en mi casa no había nadie más. Pero sesenta lechones no se reducen así nomas en un abrir y cerrar de ojos, no es fácil.

A mí las fiestas nunca me entusiasmaron demasiado y este año menos. Yo tuve un año bastante complicado empezamos en Enero con la muerte de mi madre y el accidente de Javier y ahora terminamos Diciembre con todo esto así que el 2015 para mí va a quedar gravado en la historia.” 

Informe policial del hecho:

El viernes a las 08,45 hs. se recibió un llamado de un vecino alertando en una finca ubicada cerca de la ruta a Portela, en un camino rural se habría cometido un hecho de robo abocándose al llamado personal de patrulla rural certificando la veracidad del hecho, determinando ante entrevista con el propietario de la morada que se trataría de 5 sujetos de sexo masculinos, los cuales encapuchados y utilizando guantes mediante intimidación con arma de fuego cortas le sustraen camioneta, lechones, un revolver, una escopeta y dinero en efectivo que poseían en el momento, propiedad de la víctima.

A posteriori es habida la camioneta en camino rural entre la localidad de Gdor. Castro y Pérez Millán, se instruyen actuaciones con intervención UFI en turno.-

GB