El kirchnerismo y la izquierda se congregaron ayer en la Plaza de Mayo para pedir por la rápida liberación de Milagro Sala, líder jujeña de la agrupación Tupac Amaru, a la que consideraron una «presa política».

Al escenario -que tenía de fondo una bandera con la leyenda «66.000 trabajadores cooperativistas»- se subió un grupo de dirigentes del ala más dura del Frente para la Victoria (FPV): el ex ministro de Defensa y diputado del Parlasur Agustín Rossi, los camporistas Andrés Larroque y Eduardo De Pedro, el ex piquetero Luis D’Elía y el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno.

También, entre ellos, tomó la palabra Estela de Carlotto, de Abuelas de Plaza de Mayo. «Quieren con esto que ha pasado demostrar que tienen un poder que no tienen (…) Hace un mes que estamos viviendo en el infierno «, sostuvo Carlotto, en el discurso de cierre de la convocatoria.

Antes de la marcha, el bloque de diputados nacionales del FPV había planteado su repudio al apresamiento en una conferencia de prensa en el Congreso, en la que también participaron referentes del MST y del Partido Socialista de los Trabajadores.

Rossi aseguró que la detención busca «criminalizar la protesta social». «Ella está ejerciendo su derecho a peticionar», sostuvo sobre la dirigente que fue detenida acusada de instigar a cometer delitos y tumultos.

«Es la primera presa política del gobierno de Mauricio Macri», acusó Rossi y, a la vez, anunció que una delegación de legisladores del Parlasur concurrirá a Jujuy, encabezada por la presidenta de la comisión de Derechos Humanos del Parlamento regional, Julia Perie.

«Hicieron campaña prometiendo diálogo y lo primero que hacen en el gobierno es poner presa a quien piensa distinto a ellos», señaló en su cuenta de Twitter De Pedro. En tanto, D’Elía retuiteó mensajes de la Federación de Tierra y Vivienda que maneja, en los que se quejaban por la cobertura de los medios, a la misma hora, en la plaza Alemania por el aniversario de la muerte del fiscal de la causa AMIA Alberto Nisman.

«Oh, vamos a volver», agitaba ante la militancia Moreno, entusiasmado. Venía de encabezar una columna de La Néstor, su flamante agrupación, que transitó desde la Avenida de Mayo y Perú junto al ex vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto.

Apoyo de intendentes

Aunque sin estar presentes en la marcha, intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires también mostraron su rechazo. En una comunicado firmado por trece jefes comunales, se exigió la «inmediata liberación» al considerar que el hecho «avasalla las garantías constitucionales».

Uno de los que motorizó el texto fue Jorge Ferraresi, de Avellaneda, uno de los más ultrakirchneristas que incluso, a diferencia de sus colegas, movió militancia y banderas a la plaza, y estuvo en primera fila sobre el escenario.

El resto de los jefes comunales se reunió más tarde, pero para otra cita: en Merlo firmaron el denominado Pacto de San Antonio de Padua, impulsado por el papa Francisco y cuyo eje es la lucha contra el narcotráfico.