Rico le puso picante a la calentura del radicalismo: se acerca 2017 y Cambiemos se llena de dudas

La relación ya venía mal. El desembarco de peronistas en el Gabinete de Vidal y elo ahora ministro de Ciencia, Técnica e Innovación, Elustondo tanto tiempo en duda, no cayó para nada bien en el radicalismo provincial. Pero los festejos del Bicentenario fueron mucho, demasiado.

«No hablo como un hijo de un Presidente que sufrió un levantamiento en armas contra la democracia. Hablo como radical, como ciudadano comprometido con la democracia. Me parece difícil de explicar la presencia en el mismo acto de carapintadas y de participantes en el operativo Independencia”, sostuvo el diputado nacional Alfonsín.

La referencia, claro está, es para la participación del ex intendente de San Miguel, Aldo Rico, en los festejos llevados a cabo en Tucumán. El hombre, que según el Gobierno no fue invitado por ellos, fue parte del desfile de ex combatientes de Malvinas.

Pero Alfonsín ya venía descontento con el macrismo y algo le hizo saber a Vidal en la reunión mantenida la semana pasada, de la que también participaron el diputado Miguel Bazze, el Vicegobernador Daniel Salvador, el presidente de la bancada de Diputados, Jorge Silvestre y el senador tandilense Carlos Fernández.

«Preocupados por la incorporación a Cambiemos de dirigentes del FPV», afirmaba a través de Twitter el chascomunense y agregaba: «no consultan al tomar decisiones de gobierno. Tampoco al sumar nuevos aliados (incluso del FPV). ¡Deberán entender como funciona un frente!».

Fue el mencionado Fernández quien dijo que el desembarco de De la Torre en el equipo de Vidal podría generar «consecuencias» en la alianza gobernante, por lo menos a nivel parlamentario.

«A la gobernadora le asiste el derecho de decidir quiénes la acompañen en su gestión, pero nos preocupa la decisión de incorporar a nuestro espacio a personalidades de otras fuerzas en forma inconsulta», disparó el senador radical, quien reclamó una «mesa de diálogo político que nos permita discutir estos temas».

En ese sentido, evaluó que «Cambiemos es un espacio político colectivo y, como tal, nadie puede arrogarse el derecho de ser el dueño» y arriesgó que la decisión de Vidal podría generar «consecuencias» en la alianza gobernante, por lo menos a nivel parlamentario.

Pero todo esto es viejo. O en realidad no tanto. Lo cierto es que no es el último enojo boina blanca. El último es el de Aldo Rico. Y los muchachos no se callaron nada. «Que un personaje como Rico que atentó contra la libertad y la democracia, haya participado del desfile, es un agravio a todos los argentinos», señaló el platense Bazze.

Molestia, bronca. El radicalismo se siente destratado por el Pro y en reuniones venideras analizarán la posibilidad de no armar listas en conjunto con el Pro, ni a nivel local, ni seccional y tampoco nacional; a pesar que tienen en claro que en este último tramo de la boleta llevarían claramente las de perder. No así en los distritos.

Vale recordar que en el plenario de Cambiemos llevado a cabo hace un tiempo en Vicente López, el intendente de Dolores, Camilo Etchevarren (CC-Pro), planteó la idea de dejar la lista de cada distrito en manos de cada alcalde, con la posibilidad de priorizar su propio espacio. Traducido: intendente PRO, con concejales PRO; intendente radical, con concejales radicales.

La iniciativa fue descartada de plano por los macristas. “Acá se debe fortalecer Cambiemos, con todos adentro, y con espacio para todos”, lo cruzaron. “Si somos sólo PRO o sólo UCR, no llegamos”, coinciden jefes comunales de ambos sectores, aunque en algunas cabezas radicales, la postura de Etchevarren cae simpática. Y más ahora, calientes.

El fuerte es abajo, pero no se entregan arriba. Cuando el nombre de Lilita sonaba con fuerza para encabezar la lista de senadores de Cambiemos para 2017, Alfonsín indicó que «hablan como si Carrió fuera número puesto, la única candidata», y confirmó que «el radicalismo también va a tener su propio candidato».