El tandilense habló de lo que significa para él ser dueño de dos medallas olímpicas y agradeció el afecto de los argentinos
LA NACION
RÍO DE JANEIRO – El esfuerzo de Juan Martín del Potro en los ocho días de adrenalínica experiencia olímpica se resumió hoy en una frase de impacto: «Me voy a mi país con una medalla, eso es increíble, y dejando hasta mi ultima uña dentro de la cancha. No me quedaron uñas de los pies».
Visiblemente exhausto, Del Potro definió como «sueño» todo lo vivido desde que el domingo de la semana pasada eliminara a Novak Djokovic en la primera ronda del tenis de Río 2016 hasta caer hoy en cuatro disputados sets en la final con el británico Andy Murray .
«No esperaba lograr esto cuando vi el draw. Vi a Djokovic y me dije que será un torneo corto para mi. Hoy hice una gran final, pero Andy mereció ganar al final».
«Esto va a estar en mi memoria por el resto de mi vida», añadió el tandilense, que no se siente aún en condiciones de volver a ser «top five», posibilidad que sí ve Murray.
«Muchas cosas me faltan. Tenemos que seguir trabajando como venimos trabajando ahora, necesito trabajar para poder jugar de igual a igual con ellos. Hoy tengo una debilidad que es mi revés, es muy difícil ganarle a los cinco primeros sin hacer un winner de revés. El día que lo pueda conseguir, mi mano esté sana y yo esté tranquilo de mi cabeza. Pero esto no me lo quita nadie».
«Si está bien físicamente no hay razón para que Del Potro no vuelva a la cima de nuevo»