Murió Fidel Castro. A los 90 años, el histórico líder de la revolución cubana y gobernante de la isla por más de cuatro décadas falleció anoche, a las 22.29 (hora local), según informó su hermano, Raúl, en un breve mensaje difundido en la televisión estatal.

Los restos del ex guerrillero serán cremados «en cumplimiento de la voluntad expresa del compañero Fidel», y posteriormente se realizará un homenaje póstumo.

Su estado de salud en los últimos tiempos era delicado. Tras estar al frente de la isla durante casi medio siglo, lo que lo convirtió en el gobernante con más años en el poder, delegó en 2006 -debido a una grave enfermedad- el mando del país en su hermano Raúl, quien en 2008 fue ratificado formalmente como presidente de Cuba.

Desde entonces, mantenía un bajo perfil: recibía en su domicilio a mandatarios y a amigos y publicaba, cada vez con menor frecuencia, artículos en la prensa. Sus apariciones públicas eran esporádicas: la última de ellas fue el 8 de abril de este año, cuando habló acerca de las bondades de la escuela pública en la isla comunista, tras criticar la visita del presidenteBarack Obama a La Habana.

Llamó la atención de muchos analistas internacionales que Castro no se expidiera luego del histórico acercamiento entre La Habana y Washington en diciembre pasado.

«Estaba lejos de imaginar que mi vida se prolongaría otros años más», escribió el propio Castro en el texto «Las verdades objetivas y los sueños», publicado en el diario oficial Gramma, un día después de su último cumpleaños, en el que recordó la operación intestinal a la que fue sometido.

Sus orígenes

El «comandante en jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias»- tal como se lo identificaba en su país- nació el 13 de agosto de 1926 en la localidad de Birán, una población oriental azucarera y donde su padre, un inmigrante español, levantó una plantación.

Estudió en un colegio jesuita y se recibió de abogado en la Universidad de La Habana, antes de convertirse en un líder, despertar pasiones entre las multitudes y ser amado y odiado por igual.

Castro tuvo una marcada inclinación e interés por la política desde muy joven. Su activismo comenzó cuando era estudiante de Derecho y logró ser elegido delegado de la facultad. Sus ideas- según decía entonces- eran nacionalistas.

La acción militar

Férreo opositor al régimen dictatorial de Fulgencio Batista, intentó sin éxito iniciar primero acciones legales contra él por violar el orden constitucional y, luego, encabezó un alzamiento- junto a 130 hombres- al atacar el cuartel Moncada en la ciudad de Santiago, segunda fortaleza militar del país, con el objetivo de tomar el control de la ciudad y llamar a una revolución.

Tras el fallido levantamiento, Castro fue condenado a 15 años de prisión. En el juicio, pronunció el famoso discurso «La historia me absolverá», en el que defendió sus acciones y sus puntos de vista políticos.

La presión de la opinión pública llevó al régimen a que lo indultara, por lo que Castro se exilió en México, en donde se dedicó a planear la invasión guerrillera para dar fin al gobierno de Batista.

Tenía 32 años cuando derrocó al dictador en 1959. Castro se presentó como un nacionalista decidido a erradicar de Cuba la cultura de casinos dirigidos por gánsteres y poner fin a su reputación de ser «el burdel del Caribe».

Llegada al poder

Una vez en el poder, dio un rápido giro hacia la izquierda, nacionalizó las grandes plantaciones (entre ellas, la de su madre) y empresas de propiedad extranjera, y se acercó a la Unión Soviética.

Castro, quien es nombrado primer Ministro, manifestó en un principio su voluntad de mantener buenas relaciones con Washington. Sin embargo, durante su primera visita a Estados Unidos- cuatro meses después del triunfo de la revolución- el presidente Dwight Eisenhower se negó a recibirlo. El propio Kennedy se lamentaría de eso, años después. «Debíamos haber dado al fogoso y joven rebelde una más calurosa bienvenida en su hora de triunfo», sostuvo.

En 1961, la CIA, con ayuda de exiliados cubanos, organizó la invasión de Bahía de Cochinos para apartarlo del poder, aunque sufrieron una gran derrota. Desde entonces, Castro se declaró abiertamente como marxista- leninista lo que ocasionó el 3 de enero de 1962 sea excomulgado por el Papa Juan XXIII.

En ese mismo año se produjo la Crisis de los Misiles que colocó al mundo al borde de una tercera guerra mundial. La inteligencia estadounidense detectó que la URSS abastecía de armamento a Cuba. Una serie de fotografías aéreas mostraron que la isla ya contaba con misiles balísticos con cabezas nucleares que podían alcanzar el territorio de Estados Unidos.

Luego de arduas negociaciones entre Kennedy y Nikita Kruschev, se llegó a un acuerdo: Rusia desmantelaría los misiles, y Estados Unidos se comprometió a no invadir Cuba.

Pese al embargo comercial y numerosos intentos de asesinato, el líder de la revolución cubana sobrevivió a nueve presidentes estadounidenses. Según las autoridades cubanas, se descubrieron por lo menos unos 600 planes de atentados en contra su vida a lo largo de estas décadas, donde en más de una ocasión se lo dio por muerto.

Enérgico y de fuerte carácter- a los 11 años abandonó el colegio de religioso los Hermanos de la Salle tras protagonizar una discusión con un profesor- fue una figura política controvertida. La historia de los últimos 55 años de Cuba es, sin dudas, su historia.

Castro fue acusado por la Organización de Estados Americanos (OEA) de aplicar torturas, detenciones arbitrarias, procesos con fines propagandísticos y ejecuciones extrajudiciales. Con el fin de la guerra fría, el mundo dejó de estar dividido en dos bloques, pero la figura de Fidel despertó como ninguno amores y odios.

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