Horacio Salaverri- ex presidente de CARBAP y actual tesorero-, agregó a lo manifestado por De Velazco que la situación actual de la entidad es la de seguir su línea con renovaciones cada  dos periodos y que confía en de Velazco por ser muy formado en una CARBAP sólida en lo institucional, con mucho trabajo gremial y político en su importante rol de representar a los productores tratando de armonizar gobierno y producción.

El dirigente de Suipacha acepta que la relación con los gobiernos es fluida tanto en provincia con Sarquis como en la Nación con Ricardo Buryaile que conocen del tema, con muchas reuniones de trabajo, algunas fructíferas y otras no tanto o sin solución de los problemas que se dilatan; puso como ejemplo que el año pasado se discutía el tema fiscal para 2017 considerando una pesada herencia del gobierno anterior, pero se agregaron imposiciones como a la herencia y  el inmobiliario complementario, con cambios en otros y se sufren aumentos en condominios.

Con Buryaile, dijo Salaverri, se trato el problema de las economías tamberas y vemos acciones pero no una acción global ya que el ministro de Agroindustria trabaja bien pero en Producción  con Canbrera y en comercialización hay serias falencias como que el tambero recibe 5 pesos por litro y en las góndolas gira en los 25 por lo que urge reunir a los sectores y en especial el de comercialización para ver como salir de esto que está causando el permanente cierre de tambos.

Es que, respondió el tesorero de CARBAP, el empresariado de algunos sectores de industria y la producción de alimentos no acompañaron a Macri y si bien el agro se vio favorecido con quitas de retenciones y de lo roes para exportación y cambió aquella persecución del gobierno anterior otros sectores no acompañan recordando el acuerdo entre industrias y sindicatos y estos vieron despidos en el corto plazo; hace falta sinceramiento ya que el gobierno lo creyó más fácil.

Dijo el dirigente que está convencido que el cierre de accesos a la Capital Federal, que produce malestar y caos a la mayoría de los ciudadanos que quieren trabajar y pierden horas de su descanso y bonificaciones en sus trabajos son signos de desestabilización y atentan contra lo institucional; agregó que hay una herramienta como el voto que puede producir los cambios que se reclaman y es necesario estar en guardia y atento.

Finalmente reconoció Salaverri que es posible que haya desde el Estado un miramiento de los  grandes  números que no condicen los números chicos del productor y más aún cuando la presión tributaria nacional, provincial y de los municipios tergiversa los cuadros de costos con superposiciones de impuestos, tasas y contribuciones que asfixian al productor.

Raúl Horacio LURAGHI