Museo Las Lilas de Areco. Julián Althabe y una pléyade de artistas en su entorno

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Museo  Las Lilas de Areco, caracterizado por presentaciones del arte y la cultura del más alto nivel, no deja, no obstante, de sorprender con otros nuevos eventos de características que sobrepasan las expectativas de quienes concurrimos a la sede de calle Moreno.

En este sábado 3 a media tarde el Museo presentó un conjunto de artes y artistas que hicieron las delicias del público que, como casi siempre, colmó el salón y la sala de exposición.

Es que junto a la muestra de obras pictóricas del inefable  Julián Althabe expusieron su arte de canto y literatura , el pehuajense Alejo Balbiani que presentó  La mariposa en la silla  Semblanzas de alma campera, libro de poemas ilustrado por Juan y Roberto Balbianidiseñado por Daniel Sempé, compartiendo a su vez  la tarde- noche con los payadores Wilson Saliwonczyk y Pablo Solo Díaz  que aparte de mostrar ese arte tan complejo de la improvisación se mezclaban en la sala de exposición de pinturas y dibujos de Althabe, ya para referirse a alguna frase de este o ya para homenajearlo con versos surgidos en el momento.

Todo se desarrolló tras la presentación hecha por la señora Trixie Kleine- junto al presidente de la Fundación Las Lilas Octavio  Caravallo, ante la ausencia de Armando Degferrari reponiéndose de una pequeña dolencia-, y antes de los infaltables vinos con que siempre el Museo agasaja a quienes lo visitan en estas circunstancias.

Antes de que comenzara el acto tuvimos oportunidad de conversar con Julián Althabe, porteño pero gran conocedor del campo, sus hombres y sus características con las que convivió durante parte de su vida, quien manifestó que vino a exponer por invitación del Museo Las Lilas  del que sigue su trayectoria y los eventos que programa y que son, agregó, siempre de gran calidad.

Después dijo el artista, que trajo obras antiguas que tenía en su poder, otras que les prestaron sus actuales propietarios y entre las que muestra las distintas vetas que abarca su producción artística, asegurando que alrededor de 1997 tuvo un cambio grande  en sus pinturas dejando lo descriptivo y muy figurativo para comenzar a hacer un tipo de obras más simbólicas y alegóricas inspirado en las antiguas marcas y señales.

En ese aspecto Althabe dijo que la actualidad está plagada de logotipos de marcas comerciales como una verdadera invasión pero que en el campo, con su particular idiosincrasia, antes de conocerse el diseño gráfico ya diseñaba con sus  características sus marcas en cuero de los animales con dibujos muy abiertos porque- puso como ejemplo-,  dos rayas paralelas si están juntas se superponen.

También manifestó el expositor que esos dibujos plasmados en las marcas estaban llenas de identidad así fuera de un gran terrateniente que poseía cientos de cabezas como la del jefe de una estación que tenía unas pocas vacas u otros animales, llegando a concurrir al destacamento de policía por si hubiera alguna parecida y debía modificarla o al Registro de marcas donde podía sufrir más modificaciones por iguales causas pero muchas de las que quedaron registradas son de gran significación, estética abierta y de belleza y algunas de gran tamaño.

En el mismo hilo de esa búsqueda Althabe investigó en los diseños textiles y también destacó que incursionó en el hombre del campo más bruto- investigó en La Pampa y San Luis-, donde el campo  es monte al animal no se lo ve y entonces  “leen”  el rastro que el animal deja ya en un poste, un alambrado, en el suelo,  la  arena o la  tierra así puede armar su  trayecto y ahí viene- agregó-, la gran influencia que tuvo del artista uruguayo Joaquín Torres García que, tras su viaje a Alemania, al regresar a su país se preguntaba si todos los pintores de estos lares  pintan lo de acá pero con la cultura europea y también tomo mucho de los incas y los mayas.

En ese aspecto de sus conceptos el artista es que se dedicó a interpretar que pasaba con los pueblos originarios y  por eso aquello de los diseños textiles que a través de los tiempos cambiaron.

También se hizo tiempo Julián Althabe para explicar que en un momento se produjo en su arte un cambio de lo complejo a lo simple desembarcando en esos dibujos  lineales, de contornos donde una línea  tiene una  intención y se cruza con otras y con pocos trazos se hace una síntesis en lo que reconoció la influencia que tuvo de Alberto Güiraldes.

En resumen: otra de las grandes tardes del museo Las Lilas de Areco en su derrotero de difusión y muestra de los valores artísticos y culturales argentinos.