Crisis electoral: con la conducción del PJ en jaque, volvieron las divisiones entre intendentes.

  •  Y Durañona con quien juega?
Dos días pasaron de las elecciones de medio término y los intendentes peronistas de la Provincia volvieron a posicionarse cada uno en su zona de confort. No se oficializaron, pero los grupos sectarios resurgieron y a puertas cerradas definen su futuro. Conurbano, interior, kirchneristas, todos tienen su puja.
El estatuto del Partido Justicialista bonaerense sostiene que en diciembre de este año deben realizarse los comicios internos para definir el futuro del peronismo bonaerense. Por una parte, la actual conducción pejotista a cargo de Fernando Espinoza ensaya la despedida con el derrotero de varias elecciones perdidas sobre sus hombros. Por otro lado, varios se agazapan y esperan tomar el poder del sello.Como si fuera poco, la derrota el domingo pasado agudizó la crisis del peronismo, que se había estancado durante el proceso electoral. Todo volvió a fojas cero y la división entre los alcaldes de la doctrina justicialista volvió a hacerse presente y con más fuerza.

Aquellos grupos que posaban en selfies, que organizaban actos de gestión apuntalados con la presencia de sus compinches, y que casi no se cruzaban con los integrantes de otros grupos, volvieron. Como reza el nombre de uno de los sectores (Grupo Fenix), resurgieron desde las cenizas para que las fracciones se hagan notar después de cinco meses a las sombras.

Según pudo saber La Tecla.info, cada espacio tiene su apuesta. Aquellos alcaldes que alguna vez conformaron el Grupo Esmeralda y siguieron a Cristina Fernández en Unidad Ciudadana, mantienen sus reuniones. Obviamente, por el momento apartaron de las mismas a los virtuales randazzistas Eduardo Bucca (Bolivar) y Gabriel Katopodis (General San Martín).

A los encuentros de dicho espacio se presentan Fernando Gray (Esteban Echeverría), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Juan Pablo de Jesús (Partido de La Costa), y también lo hizo alguna vez Hugo Corvatta (Saavedra). Este último no forma parte del Esmeralda, pero alguno de los alcaldes de la Tercera sección confía en sumarlo.

Internamente, el que tendría el visto bueno y lejos de lo esperado, sería De Jesús. Impulsado por el lomense Insaurralde, el intendente de la Quinta sección sería una suerte de custodio del PJ para que el exdiputado nacional pueda focalizar sus esfuerzos en pergeñar una estrategia personal para el 2019.

Otro bando tiene a los nuevos intendentes de la Primera sección como protagonistas. Si bien no aseguran que el grupo haya resurgido, la relación entre sí es más que estrecha. Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Walter Festa (Moreno), Gustavo Menéndez (Merlo) y Ariel Sujarchuk (Escobar), son los que mejor posición presentan.

Entre ellos, dos nombres se instalan un escalón arriba y ya han expresado voluntad de ser. El hombre de Merlo es uno de los que pica en punta, de impronta dialoguista, posee buena relación con varios de sus pares y en cada Pacto de Padua la fortaleció. Otro es Festa, mandamás popular y con varios cruces con Provincia en sus espaldas, nadie dudaría de su rol opositor a Cambiemos, por ello, cerraría un poco más entre los kirchneristas.

Pero el juego de la conducción del Partido Justicialista no solo se hace presente en el Gran Buenos Aires. Desde el interior, el sector duro del peronismo ya ha puesto el grito en el cielo atento a los movimientos de los dirigentes del Conurbano.

Claro está, la fracción Esmeralda, Fenix y K de la Primera y Tercera sección los dejó relegado en la discusión preelectoral y muchos prefirieron cerrar filas con el randazzismo. Otros agacharon la cabeza y acataron el mensaje.

Con dicho panorama, el sectarismo del GBA ha sido rechazado ya por algunos alcaldes del interior: “que sigan con ese jueguito que así nos fue”, señaló un jefe comunal a La Tecla.info. “Se habla de política y se carece de organización, no hay política sin organización política, sin un programa a corto, mediano y largo plazo”, abundó.

“Construyen para los egos personales y no para un frente nacional que incluya a todos”, subrayó el intendente del interior profundo que dejó bien en claro que el “todos” incluye a Cristina Fernández de Kirchner por dentro del peronismo y no en Unidad Ciudadana. “Hay que pensar en la Patria”, argumentó.

Así las cosas, el peronismo bonaerense debe definir su futuro y los grupos vuelven a picar en punta. El Esmeralda ya tiene un alfil para la lucha, el Fenix y los K no cerraron filas pero ya hay nombres en las barajas, el Interior exige ser escuchado y piden la conducción para un propio.

La primera cita en la reconstrucción del alicaído peronismo que abandona Espinoza será este jueves en Matheu 130. Como si fuera poco, la convocatoria no fue ampliada y hay varios intendentes que no saben si irán. Su presencia en el cónclave pejotista se resuelve puertas adentro, en las reuniones internas de los grupos.

latecla.info