Un hombre caminaba por la ciudad, cuando fue abordado por un vagabundo especialmente sucio y de aspecto lamentable que le pidió un par de dólares para la cena.
El hombre agarró su billetera, sacó un puñado dólares y preguntó: «si te doy este dinero, ¿comprarás whisky?»
«No señor, dejé de beber hace años», dijo el mendigo.
«¿Lo usarás para el juego y apostar?»
«No juego. Dejé de jugar y apostar hace mucho tiempo», dijo el vagabundo.
«¿Gastarás el dinero en tabaco?»
«No señor, ¡No he fumado desde hace 20 años!»
El hombre dijo: «bueno, no voy a darte nada de dinero entonces. En cambio, te llevaré a mi casa para disfrutar de una excelente cena cocinada por mi esposa».