Un 23 de octubre, hace 288 años nacía San A. de Areco

Por: Juan Aurelio Lucero

Cuando el 31 de octubre de 1681, en tierras de su padre Pedro Giles, frente al río de Areco nace María Rosa de Giles, que recién seria bautizada el 18 de noviembre en la Iglesia  Catedral de Buenos Aires, ve la luz quien seria artífice junto a su esposo de la creación de San Antonio de Areco, en nota marginal del libro de bautismos se puede leer: “…, hicieron también la Parroquia de San Antonio de Areco y dieron ornamentos …”

El 24 de abril de 1718 el Gobernador Don Bruno Mauricio de Zavala y el Obispo Fray Pedro Fajardo visitan la Capilla de Luján, Arellano no solo los acompaña, también provee los vehículos necesarios para el viaje, logrando en esta época que la capilla de Areco fuera atendida por la iglesia de Luján, y dos años después esa capilla tiene al padre Roque Ximenez, en forma permanente.

En 1729 varios vecinos del río de Areco en una representación que dirigen al Obispo de la Diócesis, le dicen: “Tenemos una capilla edificada de la propiedad de Don José Ruiz de Arellano en este mismo río, con el aseo de dos altares y ornamentos necesarios y un Capellán pagado de su propio Caudal, donde concurren todos los Vecinos a oír misa los días festivos, y a la comunión anual; en que tenemos el alivio y consuelo espiritual en nuestras enfermedades, con la puntualidad que experimentamos en dicho Capellán.”                                          

El 9 de octubre de 1730, el Maestro Don Roque Ximenez, Presbítero y Capellán levanta una memoria de todos los vecinos del Río de Areco, a pedido del Cabildo Eclesiástico, donde solo figuran 27 vecinos; el acuerdo del 23 de octubre siguiente,  crea las primeras parroquias de Campaña.

Este Acuerdo al referirse a Areco, dice: “ En quinto Curato se erige el Pago de Areco con todo el territorio que comprende de una y otra parte de su Río, así mismo en los Pagos de la Pesquería y Cañada de la Cruz de una y otra banda; y los feligreses que contiene dicho Pago con los agregados expresados, constan de la razón firmada por el Maestro Don Roque Jiménez; y se le asigna por ahora a dicho Curato por Parroquia interina la Capilla de San Antonio que está en el referido Pago, entre tanto que se consiga en propiedad de su dueño, o en su defecto la hacen propia sus feligreses.”

Cuando el padre Roque Ximenez se presenta al Cabildo Eclesiástico, solicitando la parroquia de Areco, dice en relación a sus servicios: “En 1718 me hize cargo como interino de la Capilla de Luján, y allí estuve durante dos años, y después en el pago de Areco, ejerciendo el mismo oficio, administrando los Santos Sacramentos, predicándoles el Santo Evangelio y socorriendo a todos los fieles de dicho pago en todas sus necesidades espirituales y temporales con la exactitud y puntualidad que es notoria, por espacio de diez años continuos y de que pudiera dar una plena prueba a más de haber sido fundador juntamente de dicha Capilla con el Patrono de ella.”       

El 25 de febrero de 1731, Doña Rosa de Giles y su esposo Don José Ruiz de Arellano, se presentan ante Escribano Público y declaran, que fundan una Capellanía redimible “… de dos mil pesos de principal sobre tres estancias que tenemos en el Río de Areco, en que ay una Capilla alhajada y avaluada en cinco mil pesos, una sala y aposento de nuestra vivienda; otra dicha de cuatro tirantes en que vive el maestro Dn. Roque Jiménez, Capellán de dicha Capilla y Cura del partido, y todo cubierto de teja y fabricado de nuevo, etc. …”

Se aprueba la designación de Parroquia  por Cedula Real del 19 de diciembre de 1731. El libro parroquial se abrió en el año de 1732,  y se destino a las anotaciones de “Bautismos, Olios, Casamientos y Entierros”.

Hasta la fecha no tenemos conocimiento, de quién, ni cuando se realizo la traza del pueblo, pero para cuando Don José Ruiz de Arellano documenta la donación de 1.000 varas ( 866 mts.) de frente al río, a fin de que con su venta se propenda a la habitalidad de la zona, el 17 de julio de 1750, ya deja expreso pedido de que se le asigne a su hermano político Don Juan Francisco de Suero una cuadra, y teniendo en cuenta que la venta de los terrenos comienzan en forma inmediata, es de presumir que la traza ya estaba realizada en esta fecha.

Se dio a las manzanas, dispuestas en damero 124 varas (107 mts.) por costado y se las separo con calles de 11 varas (9,50 mts.) de ancho, reservándose al frente de la Capilla una manzana para plaza pública. Para aclarar los términos de la donación, el Maestro Dn. Cristóbal Giles dejó establecido lo siguiente: “declaro que esta Capilla tiene adjudicada por Dn. José Ruiz de Arellano mil varas de tierra, las seiscientas corren de la Capilla para arriba y es al Oeste, y las cuatrocientas de la Capilla para abajo, esto es al Este.”

Los primeros compradores fueron: Da. Valeria Cuello, esposa de Roque Galeano, compra un solar (62 varas a cada rumbo) ubicado en las calles hoy Arellano y Mitre, lindero calle por medio con el primer solar deslindado a favor de Dn. Francisco Muñoz y el propio Alcalde Dn. Francisco Xavier de Lima figura como comprador; la venta de los terrenos efectuada por los sacerdotes que estuvieron a cargo de la Iglesia, más la ocupación de solares a titulo precario, fue ampliando el primitivo grupo urbano que se creara bajo el amparo de San Antonio de Padua.-

El 23 de octubre  de 1730, los campos comienzan a tener otra significación, los del río Areco destinados a la cría de mulas, yeguas, vacas y algunas ovejas, pasan a poblarse a partir de la fe y con ello aparecen las familias, propiciando se pueda cultivar y cosechar, necesitando Buenos Aires de sus productos para subsistir. Nace una población en la estancia de Rosa de Giles y José Ruiz de Arellano.

Juan Aurelio LUCERO