Una ballena se tragó a un buzo y luego lo escupió

Un sudafricano de 51 años filmaba bajo el mar cuando fue sorprendido. «Solo fueron unos segundos», contó.

 

El momento en el que la ballena traga al buzo sudafricano. (Fuente: The Mirror).
El momento en el que la ballena traga al buzo sudafricano. (Fuente: The Mirror).

La imagen de una ballena tragándose a un hombre recorrió el mundo. Fue cerca de la costa de Puerto Elizabeth, en Sudáfrica, y el protagonista de la historia es un buzo que, increíblemente, está vivo.

La Biblia cuenta que el profeta Jonás pasó tres días dentro de una ballena. El sudafricano Rainer Schimpf tuvo la misma experiencia, pero permaneció solo unos segundos en el interior de un rorcual de Bryde (un cetáceo de 15 metros y 25 toneladas) cuando filmaba a un cardumen de sardinas.

«Había empezado a filmar delfines, tiburones, alcatraces y pingüinos que se alimentaban de sardinas cuando, llegando desde el fondo, un rorcual de Bryde apareció de repente», contó a la agencia AFP este activista defensor del medio ambiente.

«Sentí presión alrededor de mi cintura, y supe inmediatamente lo que estaba pasando», agregó. «Sólo fueron unos segundos, hasta que la ballena se dio cuenta de su error y abrió la boca para escupirme».

El momento en el que la ballena traga al buzo sudafricano. (Fuente: ZDF).
El momento en el que la ballena traga al buzo sudafricano. (Fuente: ZDF).

La esposa del buzo y un fotógrafo presenciaron el incidente y documentaron la escena. En las imágenes que lograron capturar solo se ven las dos piernas de Rainer Shimpf fuera de la boca del rorcual, un espécimen raro y difícil de fotografiar, que se alimenta de pequeños peces y crustáceos.

El buzo, una vez a salvo, no esperó mucho para regresar al agua. Admitió que verificaron «si todo estaba bien, que no tenga ningún hueso o costilla rota». Schimpf, de 51 años, no es un principiante: tiene 20 años de experiencia y es consciente de los peligros a los que se expone durante sus expediciones submarinas.

«Los predadores como las ballenas o los tiburones embisten hacia sus presas y muchas veces nuestra visibilidad está muy reducida», sostuvo. «Nuestra determinación en garantizar al medio ambiente la mayor atención y protección sigue intacta. Si tuviera que volver a nacer me gustaría hacerlo como ballena», afirmó Schimpf, evidenciando que no guarda rencores por el complicado momento que vivió.

TN Internacional