«Valoro el trabajo de los intendentes», dijo Fernández al arribar a San Antonio de Areco, a donde llegaron casi todos los alcaldes del PJ. También está Máximo Kirchner. Tiempo de definiciones.
Alberto Fernández sigue estrenando su traje de candidato presidencial de Cristina Kirchner. En ese marco, llegó este mediodía a San Antonio de Areco para mantener una reunión con el intendente local, Francisco Durañona, y un nutrido grupo de jefes comunales peronistas del interior. Fernando Gray, alcalde de Esteban Echeverría y presidente del PJ bonaerense, también asistió a la cita, además del diputado nacional Máximo Kirchner.
Fernández demoró un suspiro en enviar un guiño a los Jefes Comunales que lo recibieron: «Valoro mucho lo que hacen los intendentes», dijo. El mensaje, cifrado pero no tanto, apuntó a calmar la ansiedad del grupo que resiste la candidatura de Axel Kicillof y piensa en un jefe municipal para pelear la Gobernación. Para ese puesto se anotan Martín Insaurralde, Verónica Magario y el propio Durañona, entre otros.
Con la misma vara, Fernández reconoció que lo «preocupa» que «todos tiremos para el mismo lado» y remarcó que su «prédica» se basa en la necesidad de que «todos me ayuden para sacar del país del estado que lo dejó Macri». «Lo que quiero es inyectar confianza de que lo podemos hacer a partir del 10 de diciembre», insistió.
También celebró que los mercados y las variables económicas se mantuvieran estables una vez anunciada la candidatura. «El día que presentamos la fórmula, subieron los bonos, bajó el dólar y el riesgo país», analizó.
Finalmente hubo asado en La Matera del Parque Criollo.
