Este tema es uno de los que tendría que resolverse en la tan esperada sesión de Diputados convocada para el 7 de noviembre (hace seis meses que no hay sesión). Sin embargo, hay dudas. No de la resolución, porque de alguna manera se va a resolver, pero sí de cómo se va a resolver. En síntesis, se duda acerca de si se va a respetar o no el acuerdo.
Vamos por partes. Tras arduas negociaciones con su colega Ostoich, Durañona quedó al frente de la lista de Senadores de la Segunda. La paridad de género hacía imposible que fueran primero y segundo, por lo que al mandamás de Capitán Sarmiento no le quedaba otra que ubicarse tercero. Como se eligen cinco senadores y el tercer escalón era uno de los denominados lugares grises (se puede entrar o no entrar), Ostoich se negó (N de la R: la lista quedó encabezada por Durañona, segunda la esposa de Sergio Berni, Agustina Propatto y tercero el camporista Facundo Ballesteros).
Así las cosas, Ostoich prefirió echar mano a su candidatura a diputado provincial de 2017, donde había quedado como primer suplente. El acuerdo señala que para que Ostoich asuma debería renunciar el actual diputado Mariano Pinedo, hombre de Paco Durañona. En síntesis, Durañona se quedó con la cabeza de la lista de Senadores, pero tiene que «sacrificar» a un alfil suyo para satisfacer a Ostoich. Pinedo ya redactó la renuncia. Lo hizo el 1 de agosto. El tema es si «arriba» la aceptan.
«En Unidad Ciudadana, o sea el kirchnerismo, no ven con buenos ojos que se vaya Pinedo para que ingrese Ostoich, después de las elecciones barajamos y damos de nuevo, hay que ver qué pasa, el 27 vemos», le dice a este medio una persona cercana al Instituto Patria, dando a entender que no hay muchas ganas de cumplir lo pactado. «Define Máximo el 28», resume la fuente, en referencia a Máximo Kirchner, quien decidirá si la renuncia se entrega o no a presidencia de la Cámara.
Vale destacar que hasta ahora, si es que finalmente el acuerdo se cumple, el gran perdedor es Pinedo, pues a modo de «compensación», Durañona le habilitó la posibilidad de ir a las PASO con quien era la fija del Frente de Todos en San Antonio de Areco, el Jefe de Gabinete Nicolás Marinkovic, que ya venía haciendo campaña desde hace un par de años. Como era de esperar, Pinedo perdió ante Marinkovic. Pasa de diputado a nada. Claro, siempre y cuando se respete lo pactado.
El lado B del asunto es que el acuerdo no se respete. Y ahí el gran perdedor, sin dudas, será otra vez Ostoich, que ya había perdido en las legislativas 2017 cuando se quedó en la puerta de entrar a la Cámara baja. Ahora, para colmo de males, su esposa Irma Negri, que tomó el lugar de candidata a la intendencia por el Frente de Todos en Sarmiento, resultó segunda en las PASO, casi ocho puntos abajo del ganador, el concejal y ex Secretario de Energía de la Nación, Javier Iguacel.
Es importante recordar que la renuncia de Pinedo a diputados (al menos la presentación) se dio por expresa exigencia de Ostoich, ya que en un principio se había hablado de un simple pedido de licencia. ¿Y si Pinedo pierde la interna con Marinkovic? ¿Y si Pinedo gana las PASO y luego pierde las generales contra el postulante de Juntos por el Cambio? Las preguntas se las hizo Ostoich, nada más y nada menos. Y enseguida ponía el grito en el cielo.
Francisco Durañona
«A mí no me van a cagar de nuevo, que renuncie, que renuncie, no me van a volver a cagar, tiene que renunciar», habría gritado, palabras más, palabras menos, el mandamás de Capitán Sarmiento, que vale resaltar no suele andarse con muchas vueltas al momento de hacer visible su enojo y ya está listo para asumir como diputado provincial en el lugar del renunciante Pinedo. Pero las cosas parecen haber cambiado. O al menos dicen que cambiaron. ¿Renuncia Pinedo y asume Ostoich? ¿Sigue Pinedo y a Ostoich le dan un lugar en Nación o en Provincia? ¿Sigue Pinedo y a Ostoich no le dan nada?
Dudas, incertidumbre. Enojos a flor de piel. Quedan apenas cuatro días para los comicios. En la Segunda se sigue con suma atención lo que suceda en Capitán Sarmiento, pues si Negri la da vuelta ante Iguacel, sería menos “costoso” no respetar el acuerdo. Pocos lugares, muchos normes: el eterno problema de los cierres de listas. A veces se soluciona de manera un tanto más sencilla. A veces, como esta vez, puede embarrarse, provocar traiciones a futuro y dejar un tendal de heridos.
