De los anuncios realizados a lo que efectivamente llegó a Pergamino en el marco de la pandemia por coronavirus.
En los últimos días se conocieron dos noticias que involucraban a Pergamino y que trajeron esperanza y tranquilidad a la ciudadanía.
1-Que el Instituto Maiztegui y el Centro de Bioinvestigaciones (Cebio) de la Unnoba comenzarían a realizar los análisis de los testeos por coronavirus, junto con otros laboratorios del país, para descentralizar y agilizar la labor del Malbrán.
2-Que el Hospital Interzonal de Agudos San José había recibido de la Provincia, en sendos camiones, el equipamiento para montar las 30 camas de terapia intensiva que horas después fueron anunciadas como listas para atender los eventuales casos graves.
Según fuentes consultadas por LA OPINION en cada uno de los centros involucrados, al día de hoy:
1-Ni el Instituto Maiztegui ni el Cebio recibieron aún los reactivos ni el material necesario para procesar muestras. Hasta el momento, solo se han realizado las tareas para validar el método que se utilizará en los análisis.
2-Los respiradores con los que cuenta el Higa San José son los mismos con los que contaba de antemano y que fueron enumerados por el director Jorge Adame en este y otros medios al inicio de la contingencia del coronavirus: 30 incluidos los de quirófano.
En el reciente envío de camiones de la Provincia, que la comunidad conoció a través de la prensa, no vino ningún respirador más ni tampoco los monitores multiparamétricos que se necesitan. Sí llegaron insumos pero el destinatario del contenido de esos camiones no era el Hospital sino la totalidad de la Región Sanitaria IV, cuya sede está en el predio adyacente.
Es decir que los elementos que llegaron en esas cajas fueron repartidos en todos los nosocomios públicos de la zona que abarca: San Nicolás, San Pedro, Ramallo, Baradero, Colón, Rojas, Salto, Arrecifes, San Antonio de Areco, Carmen de Areco, San Andrés de Giles y Capitán Sarmiento.
Puede ser cuestión de tiempo, y que todo lo que se viene anunciando, paulatinamente (y esperemos que oportunamente) se haga. Pero también puede ser cuestión de la política, de la baja política. Triste si no es lo primero; sería muestra de que los especuladores –y miserables-no siempre son los empresarios.
LA OPINIÓN Pergamino
