La verdad NO revelada….el primer periodista fue Juan Hipólito Vieytes.

Extenso y valioso artículo sobre un hombre clave en la Revolución de Mayo que, después, se negaría a fusilar a Santiago de Liniers, con quien había luchado contra los ingleses en 1806 y 1807. Esa orden fue  en cambio ciegamente cumplida por Juan José Castelli.

Por Daniel Brión 

Hace un tiempo, charlando con un amigo me interesé en tratar de comenzar una investigación sobre este héroe de la construcción de nuestra patria.

Muchos nombres han pasado al bronce y a la memoria de los argentinos como fundamentales de la historia nacional, otros, como el de Hipólito Vieytes, son recordados por alguna característica o anécdota en especial, en el caso, la famosa jabonería.

Pero si queremos recuperar la historia completa hay que hacer este ejercicio, el de rescatar a todos aquellos que dejaron grabado su paso con su sangre, con su carne, con sus ideas.

En definitiva, aquellos que han entregado todo, y han muerto –en la mayoría de los casos- en el destierro o en el olvido de la historia liberal.

Pero el pueblo –que nunca olvida- finalmente los trae a la memoria y lo ubica en el lugar donde siempre estuvieron, en el de los padres y héroes de la patria.

Es este un pequeño trabajo, como mi personal homenaje a los Patriotas de la Guerra del Paraná y a los héroes del Combate de la Vuelta de Obligado.

Y también a quienes tuvieron la inteligencia de prever, 34 años antes, cual era el mejor lugar estratégico –tal el caso de Hipólito Vieytes– donde hacerles frente y poder gritarles como hizo Lucio Mansilla, héroe de Obligado.

“¡Allá la tenéis! Considerad el insulto que hacen a la soberanía de nuestra Patria al navegar, sin más título que la fuerza, las aguas de un río que corre por el territorio de nuestro País. ¡Pero no lo conseguirán impunemente! ¡Trémola en el Paraná el pabellón azul y blanco y debemos morir todos antes que verla bajar de donde flamea!” , dijo arengando sus tropas.

Por eso, en honor, homenaje y reivindicación de todos esos héroes y patriotas que la historia no ha mostrado como debiera, hoy quiero agradecer u sumar al triunfo en la Guerra del Paraná a quién descubrió el lugar exacto donde debía atacarse una flota enemiga: Hipólito Vieytes.

Vieytes  fue uno de los próceres de nuestra historia, el primer periodista argentino, militar, político, patriota y revolucionario.

Su nombre completo es Juan Hipólito Vieytes, nació en San Antonio de Areco, provincia de Buenos Aires, y es el orgullo del pueblo.

Llevan su nombre una calle, una escuela y el cine-teatro; frente a su solar natal su estatua corona la Plaza Principal desde la Rotonda, viendo como su pueblo crece y prospera año tras año.

En donde se levantó la casa natal en 1757 -que fuera demolida en 1900- una estela señala el lugar donde vio la luz uno de los fundadores de la nueva nación.

La vivienda de la familia Vieytes se hallaba ubicada en la calle Real N° 133 (hoy calle Ruiz de Arellano) frente a la plaza céntrica.

Nació el 13 de agosto de 1762, hijo de Don Juan Vieytes y de Petrona Mora Fernández de Agüero.

Pasó su infancia en San Antonio de Areco hasta los 8 ó 9 años, cuando sus padres lo trasladaron a Buenos Aires, donde comenzó a cursar estudios superiores en el Colegio Real de San Carlos de los Padres Jesuitas, junto a su hermano Ramón, que llegó a ordenarse sacerdote católico.

Ambos tuvieron una destacada actuación en el Cabildo Abierto de 1810.

El mejor título de Vieytes a la atención de la posteridad del país, es su aplicación apasionada al estudio de las cuestiones económicas e industriales, a que tan poco se inclinaban (en la época) los hombres de carreras liberales.

Promover la riqueza del país por la libertad del comercio (recordemos que en aquellos tiempos la tendencia de las potencias dominantes, España, Inglaterra, Francia, era el monopolio ), por la difusión de las ciencias aplicables, y por el cultivo inteligente de la tierra; tal fue el pensamiento constante de la buena cabeza de este ilustrado patriota.

El 1º de septiembre de 1802, Vieytes, reitero, el primer periodista criollo, publicaba  con el apoyo de Manuel Belgrano, en ese momento secretario del Real Consulado de comercio en Buenos Aires, una de las obras más brillantes con el titulo de “Semanario de Agricultura, Industria y Comercio”, que tendría una corta etapa y que cubrió una de las más ricas épocas de nuestra historia.

El semanario, que Vieytes hace publicar los días miércoles, impreso en la Imprenta de los Niños Expósitos, con etapas buenas y otras no tanto, siguió su camino hasta las Invasiones Inglesas, cuando se interrumpe como consecuencia de que Juan H. Vieytes debe hacerse cargo del Real Consulado por ausencia de Manuel Belgrano. Reaparecerá su publicación solo para tener una breve tarea y finalizar en 1807.

Solo las atenciones de la defensa del país en 1807 contra el enemigo exterior, pudieron arrebatar la pluma a la mano incansable de Vieytes.

Cinco años consecutivos y sin tregua, combatió contra la pereza, contra los abusos, contra las ideas extraviadas, y otros tantos años empleó en derramar ideas sanas y buenos principios que al fin fructificaron á pesar del mal preparado terreno en que caía la excelente semilla.

Sus contemporáneos le hicieron justicia, y el virrey Liniers en comunicación de setiembre de 1806, pidiéndole su cooperación para la defensa contra las fuerzas británicas, le decía: “los escritos de V. no respiran mas que el mas puro patriotismo, amor á las artes, y mas acendradas ideas morales”.

Llegará día en que los agricultores de Buenos Aires levantarán una estatua a Vieytes como al primero de nuestros escritores que, por medio de la prensa trató de ennoblecer y de alentar el arte de cultivar la tierra. Antes que Tomás José Grigera (Grijera o Griguera) destacado agricultor de comienzos del siglo XIX en las Provincias Unidas del Río de la Plata.

Fuente: Sobre la base de un escrito de Daniel Brión