«Cuando nuestros corazones reciben mensajes de coraje,
esperanza y alegría, significa que aún somos jóvenes».
Cuando empezamos a ser pesimistas, dudamos de todo y de
todos, significa que estamos envejeciendo.»
Ser joven es creer que vendrá lo mejor, que el llanto pronto
terminará y que la alegría volverá; que las dudas se
convertirán en fe y esperanza, que las tormentas cesarán
y los hermosos rayos del sol llegarán, que la enfermedad
desaparecerá y la salud volverá a ser perfecta, que la
escasez de dinero será cosa del pasado y la abundancia
financiera será total.
Ser joven nos lleva por pastos verdes y aguas tranquilas.
Ser joven es por esta vida caminar sin temor ni preocupación.
Ser joven es cerrar los ojos a la trivialidad y tener la fe en
Dios en el corazón.
Si las circunstancias nos hacen dejar de creer, amar, mirar
hacia arriba desde donde nos vienen todas las bendiciones,
entonces estamos abandonando la juventud y aceptando que
la vejez nos ha dominado.
No importa nuestra edad. Seamos siempre jóvenes y felices,
dejando que el Señor nos guíe por el camino de la vida
abundante y eterna.
Desde la ciudad de Campana (Buenos Aires), recibe un
abrazo y mi deseo que Dios te bendiga, te sonría y permita
que prosperes en todo y derrame sobre ti salud, paz, amor,
y mucha prosperidad.
Claudio Valerio
Valerius*
PALABRAS ASI, SON LAS QUE AYUDAN A SEGUIR LUCHANDO EN ESTE DURO MOMENTO QUE NOS TOCA. CONSEJO ??, TENERLO A MANO PARA LEERLO.
Muy cierto Edgardo. Una «curita» para la mente