Manuel Belgrano. Fin de las campañas y agravamiento de la salud.

Fin de las campañas y agravamiento de la salud.                                                                                            Por Eduardo Clancy     

(Tercera y última nota)                                     

 El Directorio puso al mando del Ejército del Norte a José de San Martín, a quien Belgrano le escribió: “Mi corazón toma un nuevo aliento cada instante que pienso que Ud. se acerca, porque estoy firmemente persuadido de que con Ud., se sanará la Patria. Empéñese Usted en volar, si le es posible, con el auxilio y en venir a ser no sólo el amigo, sino el maestro mío, mi compañero y mi jefe.” 

Se encontró sólo dos veces con El Libertador, la primera el 20 de enero de 1814 en la Posta de Algarrobos cerca de Yatasto y una vez más en Tucumán, pero la amistad que forjaron duró hasta la muerte de Belgrano, a quien esperaba un juicio para rendir cuentas de sus derrotas pese a la opinión en contra de San Martín. Fue arrestado en Luján y luego confinado en San Isidro, donde escribió sus  Autobiografía con una salud endeble.

Sobreseído de los cargos, fue designado en una misión diplomática en Europa entre el 7 de mayo y 15 de noviembre de 1815. En 1816 fue enviado por el Directorio a Santa Fé como Jefe del ejército, a fin de asegurar su retorno al seno de las Provincias Unidas.

Allí sufrió la traición de su segundo Jefe Eustaquio Díaz Vélez, confabulado con el santafecino Maciel  para hacerlo arrestar y enviarlo a Buenos Aires.

Debido a estos sucesos renunció el Director Alvarez Thomas, a su vez reemplazado por Gonzalez Balcarce, pero el Congreso de Tucumán designó el 3 mayo de 1816 como Director Supremo a Juan Martín de Pueyrredón, quien con varios congresales llamó a Belgrano para que se integrara al debate.

Según palabras de Mitre, Belgrano fue “el nervio de las deliberaciones del Congreso”, donde describió la situación política de Europa y propuso la instauración de una monarquía constitucional encabezada por un descendiente de los Incas .

La derrota de Rondeau en Sipe-Sipe el  7 de agosto de 1816 puso nuevamente en peligro a Salta y Jujuy . Belgrano fué nombrado nuevamente Jefe del Ejército del Norte y junto a San Martín trazó a principios de 1817 una estrategia para la recuperación de Humahuaca por Martín Miguel de Guëmes , que con sus gauchos y tácticas de guerrillas frenó a los realistas en la frontera norte y permitió que El Libertador cruzara los Andes para emancipar a Chile y Perú.

En 1816, Belgrano había conocido en Tucumán a María Dolores Helguera, una jóven con la que estableció una relación que fue el comentario social de la ciudad.

En enero de 1818 volvió a Santa Fé por orden del gobierno y luego viajó a Tucumán a estar junto a su amada. Dolores quedó embarazada , y sus padres la obligaron a casarse con un catamarqueño de apellido Rivas para salvar el honor familiar.

El 4 de mayo de 1819 nació una niña llamada Manuela Mónica del Corazón de Jesús.

De una relación anterior con  María Josefa Ezcurra había nacido el 30 de julio de 1813 Pedro Rosas y Belgrano, adoptado por sus tíos Encarnación Ezcurra y Juan Manuel de Rosas.

A mediados de 1819 la salud de Belgrano estaba quebrantada y estando en Santa Fé solicitó una licencia que se le concedió el 2 de septiembre. Días más tarde se despidió de sus soldados, entregó el mando al Mayor Gral. Francisco Fernández de la Cruz y partió hacia Tucumán para conocer a su hija. Allí lo sorprendió la revuelta de Bernabé Aráoz contra el Gobernador De la Mota Botello, en la que fue apresado y casi engrillado.

Muy enfermo y sin recursos, viajó a Buenos Aires gracias a la ayuda de sus amigos, acompañado por su médico el Dr. Redhead a quién pagó con su reloj de oro. Llegó el 1° de abril y el 25 de mayo , en casa de su hermana en San Isidro dictó su testamento, designando como albacea a su hermano Domingo a quien encargó pagara a sus acreedores con el dinero que le debía el gobierno y enviara el remanente  a su hija Manuela Mónica.

Murió a las 7 de la mañana del 20 de junio de 1820 en el “ Día de los tres Gobernadores” , prólogo de un período de anarquía y vergonzoso contraste con las brillantes campañas de Güemes ( que murió en junio de 1821 ) en la frontera norte y del Libertador con su genial invasión por mar al Perú.

Su lápida fue la tapa de mármol de un mueble de su hermana y el único que mencionó su muerte fue Francisco de Paula Castañeda en “El Despertador Teofilantrópico”, con estas estrofas:

Porque es un deshonor a nuestro suelo                                                                                                          Es una ingratitud que clama el cielo,                                                                                                                El triste funeral, pobre y sombrío                                                                                                                       Que se hizo en una iglesia junto al río,                                                                                                              En esta ciudad,al ciudadano   

 Ilustre General Manuel Belgrano.

 

 

 

 

 

Presidente de la Junta de Estudios Históricos

San Antonio de Areco