La lluvia, como agua bendita para el campo: el trigo puede recuperarse

 

 

La lluvia es oportuna en esta etapa de desarrollo del trigo ya que le permite su recuperación. (LA OPINION)

Con diversa intensidad, en las últimas 24 horas, se registró una caída de agua promedio de 35 milímetros lo que fue bien recibido por quienes sembraron trigo. Las buenas perspectivas en la recuperación del cultivo analizadas por dos expertos.


Los más de 30 milímetros han sido beneficiosos para recuperar y poner en valor el trigo y las pasturas en los campos de la zona norte bonaerense.
Tras una intensa sequía que azotó a gran parte del territorio nacional, en las últimas 24 horas, con diferente intensidad, se registró una constante caída de agua que se extendió hasta este miércoles, lo que fue bien recibido y, en líneas generales, ha sido beneficioso para el principal cultivo de esta época y también para los lotes con cebada y pasturas en general.
En contacto con LA OPINION, el ingeniero Gustavo Ferraris, especialista en manejo de cultivo de la Estación Experimental del Inta Pergamino, afirmó que la última lluvia “es muy relevante” ya que “pone un piso de rendimiento que hasta ahora no lo teníamos porque estuvimos con riegos de perder el cultivo de trigo”. Además señaló que las lluvias “son el inicio de una etapa de recuperación luego de una fuerte y prolongada sequía y de las heladas que hemos tenido”.

Perspectivas
Sobre las posibilidades de recuperación, el experto afirmó que “son muy importantes” ya que “donde no haya habido una excesiva muerte de plantas tenemos una buena perspectiva de rendimiento y va a permitir incorporar los nutrientes aplicados, que todavía no estaban en la solución del suelo, especialmente nitrógeno. Ahora sí habrá una plena absorción para que el cultivo pueda empezar su etapa de expansión foliar”.
Asumiendo que “la perspectiva del cultivo cambió completamente”, Ferraris agregó que “a mediados de septiembre y octubre se abre una etapa donde hay una recuperación de las precipitaciones, habrá que esperar entonces la llegada de la primavera y de este tipo de fenómenos”.

Los pro de la lluvia
Por su parte el ingeniero agrónomo Juan Lanzillotta, especialista en trigo del Inta Pergamino coincidió con lo expuesto por Ferraris ya que las lluvias de los últimos días no solo ponderan el trigo permitiendo recuperar el área foliar de la planta e incorporar los fertilizantes nitrogenados, sino también las precipitaciones permiten recuperar el estado hídrico del suelo y minimizar el impacto de las futuras heladas ya que los suelos que están húmedos enfrían más lentamente que uno seco.

Daños de leves a moderados
Específicamente sobre el trigo, el Lanzillotta manifestó que en estos últimos tiempos, el cultivo de trigo “estuvo bastante golpeado por el estrés hídrico y por las sucesivas heladas, intensas y frecuentes, que se fueron dando”. En este sentido la falta de agua “magnificó el impacto de la helada”. Consecuentemente se advertían daños, en la generalidad, de leves a moderados en las láminas de las hojas.

Buena recuperación
Poniendo el foco en la sequía, que afectó al cultivo en las últimas semanas y la grata lluvia que sobrevino en las últimas horas, Lanzillotta señaló que “desde mayo a agosto tuvimos precipitaciones escasas, alrededor de 28 milímetros en cuatro meses y de repente, en dos días, tenemos 45 milímetros” lo que significa “un respiro para el cultivo de trigo que se encuentra en pleno macollaje” ya que “la lluvia es oportuna en esta etapa dado que el trigo se puede recuperar muy bien, y lo más importante es que sirve para incorporar el fertilizante nitrogenado”.

(Fuente: La Opinión Pergamino)