José Hernández y Baradero

 

En un día 10 de noviembre pero del año 1834, nacía en la Chacra de Perdriel, actual Villa Ballester, partido de San Martín, José Rafael Hernández. El recién nacido era hijo de un matrimonio compuesto por Rafael Hernández e Isabel Pueyrredón, sobrina de quien fuera Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Juan Martín de Pueyrredón.

La primera vinculación de Hernández con Baradero es que sus abuelos Pueyrredón-Camaño contrajeron matrimonio en nuestra Iglesia Santiago Apóstol, el 20 de febrero del año 1800.

No hemos hallado ningún documento que certifique dónde nació su madre, sí en cambio se sabe que falleció y que cuerpo recibió sepultura en estas tierras donde desde antaño los Pueyrredón fueron propietarios de tierras en las que Hernández, desde pequeño ya que su madre falleció a los 34 años de edad, acompañó a su padre, oficial rosista, quien se

desempeñaba en tareas rurales. Singular medio resultó el que le tocó vivir al joven ya que su madre Pueyrredón provenía de una familia unitaria.

Su tío, Manuel Alejandro Pueyrredón, nació en Baradero y fue guerrero destacado de la

independencia, se desempeñó como edecán del Gral. San Martín durante la campaña de Los Andes y en un momento cobró amplia fama por tener sobre su cuerpo más cicatrices de guerra que años de vida.

José Hernández tenía enorme cariño por este tío baraderense quien murió en Rosario un 10 de noviembre, curiosamente el mismo día en que Hernández, que estaba junto a su lecho, cumplía 31 años.

Del matrimonio que contrajo el poeta con Carolina González del Solar, nacieron ocho hijos, siete fueron mujeres y el único varón llevó por nombre el de Manuel Alejandro.

Hallándose Hernández en su exilio montevideano ya que Sarmiento había puesto precio a su cabeza, su familia vivía en el actual barrio de Belgrano y en ciertas ocasiones, tras cruzar el Plata y llegar en un balandro hasta la costa, montaba el caballo que un criado le acercaba y aprovechando las sombras de la noche, Hernández visitaba a los suyos. Cuando la

epidemia de fiebre amarilla llegó a Buenos Aires, inquieto por la salud de su mujer el hijos, el poeta los envía a Baradero. Se alojan en la estancia «Cañada Honda», propiedad del estanciero Gregorio Castro y esposo de Magdalena Hernández, hermana de José.

En 1865 este genial argentino no está en su mejor momento vive en la penuria económica y consigue que se lo nombre maestro de una escuela rural (La Bellaca), pero ese nombramiento fue vetado por Sarmiento, su acérrimo enemigo junto con Mitre, que en su lugar designó a un maestro alemán.

En su extraordinaria obra, Martín Fierro, fuera de los nombres de los protagonistas, solamente hay mención de dos apellidos: Anchorena (y más plata que Anchorena) y Gaínza (un juez al que llamaban don Ganza) que no es otro que Martín de Gainza, Juez de Paz de Baradero y ministro de Guerra de Bartolomé Mitre, otro hecho que demuestra la vinculación permanente de José Hernández con Baradero.

Siendo legislador provincial, en sesión del 26 de julio  de 1881 defiende los intereses del puerto de Baradero y solicita que se hagan los estudios para dotarlo de lo que se necesite para una mayor expansión comercial.

Fue en este período que defendió la federalización de Buenos Aires contra la postura de su amigo, Leandro N. Alem. El discurso de Hernández figura entre los más memorables de la historia parlamentaria argentina.

Hernández no solamente fue el autor de «Martín Fierro», sino un ejemplo de periodista militante, sus escritos siempre defendieron sus ideas políticas pero  la historia oficial prefiere que Hernández sea el poeta del Martín Fierro, su vida parece comenzar y terminar con su libro y no se nos informa que fue uno de los hombres más destacados de nuestra historia.

En una ocasión, como legislador,  habló de los problemas nacionales a lo largo de tres  días de sesiones parlamentarias asombrando al país  entero de los conocimientos que poseía de todos los  problemas para los que también planteó sus posibles soluciones

Una afección cardíaca lo llevó a la muerte en Buenos Aires el 21 de octubre de 1886, a pocos días de cumplir 52 años de edad.

Gabriel Moretti

(Fuente: Baradero te informa)

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