El cortejo fúnebre despidió a Serena Muñoz (17) y a Federico Laurino (16), acompañando a su familia hasta el cementerio de San Pedro. La caravana de autos pasó justo por la puerta de la clínica en la que se recuperan dos de sus amigos, que sobrevivieron al brutal impacto que conmocionó a los vecinos de la ciudad.

Serena iba al volante de un Mini Cooper este domingo alrededor de las 5 de la mañana cuando, por motivos que todavía se investigan, perdió el control del auto sobre la avenida Mallorca, frente al Club Náutico. Junto a ella viajaba Federico, en el asiento del acompañante. Ambos murieron en el acto.

En el asiento trasero iban Juan C. (16), Ivo A. (18) y Alessandro G. (17), que resultaron heridos. Juan fue estabilizado y derivado de urgencia al Sanatorio Güemes, en Buenos Aires. Tuvieron que amputarle el brazo derecho y sufrió una doble fractura de fémur con desplazamiento, según trascendió. Su familia, que lo acompaña en la clínica, no autorizó al centro de salud a difundir un parte médico.

Ivo y Alejandro permanecían en el Sanatorio Coopser, de San Pedro, en observación por traumatismos de cráneo, aunque sin otras lesiones. Según anticipó el director de la institución, podrían ser dados de alta esta tarde o el martes.

Serena Muñoz (17) era hija de un empresario, dueño de una popular agencia de turismo de San Pedro. Se trata de Javier «Petete» Muñoz.

La adolescente, que estaba al volante, cursaba el último año del colegio secundario en el instituto Nuestra Señora del Socorro. Además,  competía como patinadora en el Club Mitre. Según recuerdan en la institución, acumuló medallas de oro, plata y bronce en el Campeonato Internacional de Uruguay.

Además, bailaba y estudiaba danzas en un estudio de San Pedro y en sus redes sociales solía subir fotos junto a su novio y sus amigas.

«Hoy no se baila«, publicó el Gimnasio MD, al cual asistía la víctima. Marcela, su profesora, la despidió: «Bailarás… y bailarás como un ángel. Mi chiquita bella. Mi personita buena y sencilla. Talentosa y solidaria».

Federico Laurino también era parte de la comunidad del Club Mitre de San Pedro, donde jugaba al fútbol en la infancia. Ahora, lo hacía en el Paraná Fútbol Club, que lo despidió con un posteo en sus redes sociales.

«Este domingo amanecimos con una noticia que nunca queremos recibir, una tragedia que enluta a la ciudad. En ella se nos fue un niño, un joven que vimos crecer dentro y fuera de la cancha. No tenemos palabras para expresar el dolor que sentimos en la familia albirroja por las pérdidas sufridas y en particular por la de nuestro ‘Fede'», publicaron.

En ambos clubes y en el colegio Nuestra Señora del Socorro y en el Centro de Educación Física N°14, adonde concurría Federico, suspendieron las actividades y decretaron un día de duelo para despedir a los adolescentes.

Al momento del siniestro, los cinco jóvenes regresaban de una fiesta. Compartían los mismos amigos. La chica que manejaba perdió el control del Mini Cooper alrededor de las 5.20 de la mañana.

El impacto contra el árbol fue tan fuerte que los bomberos tuvieron que cortar el auto para poder sacar a las víctimas.

Fuentes policiales de San Pedro informaron a Clarín que todavía esperaban el resultado de las pericias judiciales para los resultados de alcoholemia. Lo que pudieron confirmar es que no habría intervención de terceros en el incidente vial.

La joven, por motivos que se desconocen, habría perdido el control del auto antes de impactar contra el árbol, en una de las zonas más conocidas de la ciudad, frente al club Náutico.

La investigación quedó en manos de la fiscalía del fuero penal juvenil de San Nicolás, a cargo de José María Guadagnoli, quien inició un expediente por homicidio culposo para esclarecer las circunstancias que rodean al siniestro vial.

EMJ

(Fuente: CLARIN)