Tormenta de Santa Rosa: ¿Por qué se la espera a fines de agosto?

La tradición indica que los últimos días de agosto llega la tormenta de Santa Rosa. Por un lado, se debe a que durante este mes y principio de septiembre el polo sur se mantiene aún muy frío, mientras la mayor parte del país comienza a calentarse por el aumento en la entrada de energía solar; lo que puede generar distintas precipitaciones. No obstante, este fenómeno no se observa en toda la Argentina, sino en la franja este y centro, donde se dan condiciones más húmedas.

Por el otro: el nombre del evento climático reside en que, según el santoral católico, el 30 de agosto se celebra el día de Santa Rosa de Lima, patrona de América. En la Argentina, la tradición popular señala que ese día hay altas probabilidades de que se desate una tormenta sobre nuestro territorio.

De hecho, durante la madrugada hubo tormentas aisladas y, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), por la tarde se producirán también lluvias aisladas. Sin embargo, las estadísticas de la institución climática contradicen estas creencias.

Al menos sobre la ciudad de Buenos Aires, la tormenta del día de Santa Rosa sólo se produjo nueve veces en los últimos 111 años, de 1906 a 2018. Hasta el año pasado, la última precipitación había sido en 1999. Es decir que el fenómeno meteorológico ligado a la santa limeña no se había producido todavía en la ciudad en lo que va de este siglo, hasta 2018, cuando además cayó granizo en el área metropolitana.

Los números provienen de un registro realizado por el Servicio Meteorológico Nacional. Del mismo estudio se desprende que, entre los años 1906 y 2018, llovió unas 63 veces entre el período de días que va del 25 de agosto al 4 de septiembre. Es decir, ampliando el rango de los días, Santa Rosa se precipitó sobre Buenos Aires el 55% de las veces durante esos 112 años. Apenas un poco más de la mitad de las veces.

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