Las lluvias aliviaron la ola de calor pero en el campo evalúan si llegaron a tiempo. Desde el sábado se suceden precipitaciones dispares en las distintas zonas agrícolas, con acumulados de entre 20 y 50 milímetros, en general, pero hay lotes sembrados que podrían haber quedado definitivamente afectados.

Los días sofocantes, con temperaturas que llegaron a superar los 40°C en distintas zonas del país, concluyeron cuando llegó el frente de tormenta durante el fin de semana. Pero los efectos siguen vigentes, porque la ola de calor y la falta de agua afectaron seriamente a los cultivos de verano como la soja y el maíz, los dos principales entre los que se siembran en la Argentina. La sequía provocó recortes en las estimaciones de producción del cereal y la oleaginosa, con pérdidas que alcanzan los 5200 millones de dólares para la campaña en curso.

Y aunque en muchos lugares tomaron el agua como una bendición, en algunas localidades bonaerenses como Bolívar, Salto, y también Los Reartes, en la provincia de Córdoba, sufrieron la caída de granizo que provocaron daños en los cultivos implantados.

Además, según detallaron productores en sus redes sociales, se registraron fuertes ráfagas de viento en ciudades de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires..

En ese sentido, Jorge Ruiz, meteorólogo de la Bolsa de Cereales de Córdoba, explicó que durante el fin de semana hubo precipitaciones heterogéneas en esa provincia, que ayudaron a mitigar el estrés térmico en los cultivos estivales.

“Sin embargo, en algunas localidades cordobesas las lluvias llegaron acompañadas de granizo como en Tulumba, Calamuchita, Río Cuarto y Santa María, que podría agravar el estado de los cultivos”, destacó el profesional de la entidad.

A su vez, el Servicio Meteorológico Nacional alertó sobre tormenta en la provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Córdoba, La Rioja, Santiago del Estero, Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy, y de vientos fuertes para las provincias de Mendoza, San Luis y San Juan.

Fuente: CLARÍN